"Faltan otras muchas materias primas" en Stellantis Vigo, indica una CUT harta de que los operarios paguen el pato

ÚLTIMA HORA: La parada de otra semana a mayores en Stellantis Vigo confirma que falta algo más que microchips

La factoría de Stellantis en Vigo arrastra parones en su producción desde hace ya varios meses por la crisis de los semiconductores. Esto no le ha impedido tener beneficios millonarios a un compañía pendiente de como la situación geopolítica afectará al sector.

El sindicato CUT, el más crítico con los ERTE propuestos por la empresa -a la que incluso sentó en el banquillo- y la decisión de suprimir turnos -el último el del fin de semana-, explica para Galiciapress las consecuencias de esta crisis de los semiconductores que, si bien es la excusa de la dirección, no responde solo a la falta de microchips: "Faltan otras muchas materias primas".

La decisión que adopte Stellantis con su planta en Rusia puede tener un efecto inmediato sobre la factoría de Vigo, donde parte de la plantilla cobrará por debajo del salario mínimo mientras se encarece la luz o la gasolina, lo que motivó manifestaciones como la del miércoles. 

Manifestación de la CUT el miércoles 9 de marzo | Foto: CUT

Pendientes de una llamada o un mensaje para saber si se trabaja o no. Así viven desde hace ya varios meses muchos operarios de la factoría de Stellantis (antigua PSA Citroën) en Vigo, donde los continuos parones han lastrado la actividad de una fábrica en la que se siguen suprimiendo los turnos, con un efecto inmediato sobre los salarios de la plantilla y sobre la economía de la zona.

En estos momentos en la fábrica de Vigo se viven dos realidades: por un lado la dirección de la empresa, que celebra los beneficios récord de una compañía que, pese a la crisis de los semiconductores o la crisis económica derivada de la pandemia, cerró 2021 con un récord de beneficios con un incremento del 179%; por el otro unos empleados acosados por las continuas parálisis que golpean la planta, que provocan la suspensión de los sistemas y que, como relatan desde la Central Unitaria de Trabajadores, están cada vez “más endeudados” a medida que se encarece la vida (suben el precio de la luz, de los combustibles…) mientras parte de la plantilla cobrará por debajo del salario mínimo.

Desde CUT confirman que los parones son generalizados y que afectan también a las plantas de Zaragoza o Madrid, así como a factorías de Francia. “A pesar de fabricar menos, Stellantis tuvo unos ingresos meteóricos por la política de recorte de gastos”, afirma el sindicato, al tiempo que traduce esto en una paga de beneficios que no superará los 2.000 euros brutos en la planta viguesa, lejos de los 4.400 de Francia o los 14.500 dólares de paga en Estados Unidos.

“Una situación insostenible y Vigo, con la flexibilidad de la que tanto hace alarde, es la que sufre las consecuencias más virulentas”, critica, poniendo el foco a la vez en los ERTE, “una práctica común en los últimos diez años” que permite a la empresa “descargar su responsabilidad social cuando lo necesitan” y que en momentos en los que precisan sobreproducir “tiran de esa gente”.

“Eso es lo que ocurrió a principio de año. Sobreproducir. Seis noches de siete, trabajando prácticamente las 24 horas. Ahora desmontan un turno, sin coste alguno para ellos, y cuando lo necesitan lo reprogramarán sin tener en cuenta a los trabajadores”, explican. Ya ocurrió con el turno del fin de semana, suspendido de forma indefinida, y la continuidad de los demás turnos dependerá “de la evolución de la situación geopolítica”. Los contratos temporales son los primeros en caer mientras se reubica a los otros contratos en diferentes turnos.

UNA FLEXIBILIDAD ENGAÑOSA

La “flexibilidad” de la que presume la dirección olívica es el factor que utilizan como argumento de competitividad, pero también la ponen en la diana a la hora de sufrir varapalos en la producción por disponer de mecanismos como los ERTE. A renglón seguido, CUT lamenta que no existan controles más rigurosos por parte de las administraciones públicas para verificar “posibles fraudes al solicitar un ERTE”.

“Si cuentas con una mayoría sindical, se da por buena la excusa de un ERTE por fuerza mayor, una herramienta que tienen al alcance y que pueden aplicar de forma ágil. Eliminar este control tiene esta consecuencia: solicitar ERTEs de forma indiscriminada y que lo pague el erario público, supeditándolo todo al control sindical, que como sindicatos de clase no podemos evaluar todos los elementos”, reprocha el sindicato, que tiene en cuenta que se trata “de una empresa con millones de beneficios, mientras empresas de menor entidad tienen problemas para ser viables”.

El PERTE de la automoción resulta otro importante salvavidas para el sector, impulsando la fabricación de vehículos eléctricos como algunos de los que se trabajan en Balaídos.

La mayoría sindical se da por hecha en Stellantis Vigo, mientras la CUT fue la única que se desmarcó de la eliminación del turno de fin de semana del sistema 2. “El tiempo nos dio la razón”, coinciden. Con todo, desde la CUT aspiran a lograr unidad en el conjunto de los sindicatos, aunque hoy la relación “no es buena”, como confiesan.

“Están plegados a los intereses de la empresa, nunca de los trabajadores. Hace tiempo asumieron como suyas las necesidades de la empresa, no de los trabajadores que representan. Luego hay un sindicato mayoritario que nace como nace y se sostiene en el tiempo de aquella manera. Y el resto de sindicatos forman parte de ese chantaje, que podríamos decir”.

Protesta de la CUT ante los juzgados de Vigo al inicio de un juicio por los ERTE | Foto: EP

LA PLANTA DE RUSIA, CLAVE EN EL FUTURO DE VIGO

Según explican los sindicatos, la inestabilidad en el este de Europa puede marcar el futuro inmediato de la planta de Vigo: “Hay que ver la posición que toma Stellantis con su planta de Rusia, algo que va muy en contra de lo que están haciendo los demás fabricantes. Todo tendrá afectación”.

En este contexto, hay que tener en cuenta otros elementos, como el incremento del precio de los carburantes, la subida del precio de la luz, la presumible huelga en el sector de los transportes, el freno de las exportaciones…factores que, junto con la crisis de los microchips, hacen todavía más incierto el devenir de la planta. Pese a todo, desde CUT creen que no existe “un plan” en estos momentos para sobreponerse a todo esto.

“Versan todo por la falta de microchips, pero la realidad que faltan más cosas. Falta todo tipo de materias primas. También aluden al incremento del gasto energético, que también sufrimos los obreros en nuestros hogares. Nosotros tenemos que afrontarlo, y muchos sin poder buscar otra alternativa laboral, pero ellos se presentan como víctimas”, reprende.

Pero además de los semiconductores, ¿qué falta? “No lo sabemos”, admiten desde la CUT. “Nunca nos comunican qué falta. Faltan semiconductores, pero no sabemos qué pieza concreta ni qué vehículo concreto se ve afectado. Pero otras piezas por el hierro o el aluminio también faltan, no solo aquellas con soporte electrónico. Hay más elementos que estamos sufriendo. Niegan información al comité de empresa”, admite.

“Las empresas auxiliares se sorprenden, porque ellos cuentan con una previsión a largo plazo. Nosotros trabajamos al día. Parece que somos el único fabricante incapaz de tener una trazabilidad sobre los suministros, cuando hasta desde tu casa puedes saber dónde está un paquete en cuanto lo pides”, recriminan.

En este aspecto juega un papel decisivo la puesta en marcha del sistema ‘Just in time’, lo que provocó la eliminación de los almacenes y no contar con un stock que antes era el comodín en momentos de desabastecimiento. De esta forma, sin ese colchón, la planta de Vigo queda sujeta a que cualquier eventualidad, como puede ser el bloqueo del Canal de Suez como consecuencia del atasco provocado por el Ever Given, que condicionó la actividad de la fábrica, además de externalizar la carga de trabajo a otros países.

RESAPALDADA POR LA JUSTICIA

Lo que no ha corregido la empresa son sus canales de comunicación, obligando a la plantilla a vivir pendientes del teléfono y de los mensajes de Whatsapp, ya que en cualquier momento les pueden llamar para trabajar o avisarlos de que se suspende un tuno. “La cosa es que ni siquiera hoy sabemos si se reactivará el trabajo el lunes 14 o no. El rumor es que parece que no se reactivará en las dos líneas, pero son capaces de analizar a futuro que necesitan eliminar el cuarto turno, porque ya saben que van a faltar componentes. Luego te amonestan si te convocan a su manera y no te presentas a trabajar”.

“No cumplen con los plazos, no cumplen con la legalidad. Pero no lo cambian porque los juzgados se lo dan por bueno y la respaldan. Ya lo hemos denunciado varias veces, pero las administraciones públicas, Inspección de Trabajo, la Justicia…todos miran para otro lado y ratifican que la empresa lo pasa mal, pero obvian lo mal que lo pasamos los trabajadores”.

Mañana habrá un nuevo encuentro después de la última notificación de la dirección para eliminar el turno de fin de semana. “Nosotros demandamos al resto de sindicatos que nos sentemos a hablar no solo de los problemas de Stellantis, sino de los problemas de la plantilla, que son los que nos inquietan, porque si el lunes no arranca la planta va a haber mucha gente en una debilidad económica importante”, afirma.

“Hay que analizar si los elementos que se negociaron hasta ahora, y que nosotros no compartimos, hay que modificarlos o mejorarlos”, indican. Del mismo modo, la CUT apuesta por mantener las movilizaciones que iniciaron esta semana “para dar a conocer a la ciudadanía que las víctimas son los trabajadores, no Stellantis”.