​Stellantis quiere cerrar el nuevo ERTE mientras muchos empleados “tendrán que apretarse el cinturón en Navidad”, critica CUT

La dirección de Stellantis en Vigo y los sindicatos que componen el comité de empresa se encuentran negociando el nuevo ERTE planteado por la compañía por la crisis de los semiconductores que prometre prolongarse en los primeros meses de 2022. 

Entre los sindicatos que se oponen a las condiciones del ERTE -medida que se aplicaría durante 90 días- está la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que batalla para que el ERTE incluya a todos los trabajadores de la factoría.

Galiciapress charla con representantes de la CUT para conocer los pormenores de sus propuestas y los motivos que Stellantis ha trasladado a los sindicatos para justificar el ERTE, algunos tan singulares como el bloqueo del Canal de Suez, que ocurrió hace nueve meses. 

Trabajadores de Stellantis en una visita de Felipe VI | Foto: EP

La crisis de los microchips que golpea a todo el sector de la automoción promete prolongarse más allá de este nefasto 2021, que ha empujado a plantas como la de Stellantisen Vigo -antigua PSA Citroën- a realizar parones forzosos y declarar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para capear el temporal. Pero para 2022 la situación, al menos en los primeros meses, no parece que vaya a cambiar, por lo que la falta de semiconductores tiene como consecuencia un nuevo ERTE y un nuevo proceso de negociación entre la dirección y los sindicatos que componen el comité de empresa: el Sindicato Independiente de Trabajadores - F.S.I. Vigo, CC.OO., UGT, CIG y CUT.

Ante estas nuevas negociaciones, la receta de la CUT no difiere mucho de las propuestas ya presentadas a lo largo de este año en las mesas negociadoras: más información sobre la carga de trabajo del próximo año con un calendario de trabajo para 2022 que permita planificar la actividad y evitar paradas, la reducción de la velocidad de las líneas y las cargas y ritmos de trabajo, adaptándolas para minimizar los días de paradas "y cuidar la salud de los trabajadores" -desde CUT destacan a su vez que desde que se suprimió en septiembre uno de los turnos del fin de semana no hubo "tantas incidencias en cuanto a paradas como antes, pero siguen existiendo"-, más formación o la "no discriminación de ningún trabajador por el tipo de contrato".

Lo que está claro es que el sindicato no aceptará ni los 90 días que propone la empresa ni que el expediente no recoja a todos los trabajadores, algo que parece empezar a contemplar la empresa y a lo que se adhieren otros sindicatos. De hecho, en la reunión del jueves, Stellantis planteó que el ERTE incluya a todos los trabajadores indefinidos, entre ellos aquellos con jornada parcial, lo que suma un total de 5.000 personas.

Sin embargo, desde CUT todavía perciben la propuesta con cierto recelo y la tildan de “ficticia”, puesto que la empresa plantea que se supedite a la bolsa de horas. "En el ERTE de fuerza mayor se incluyó a todos los trabajadores porque a la empresa le interesaba, pero en el momento en que desaparece ese ERTE tiene que mantener igualmente las cotizaciones por los empleados en situación de ERTE, por lo que les resulta mucho más ventajoso tener a estos empleados en casa", explican desde CUT, algo que tiene consecuencias directas sobre las pagas extras y las vacaciones de los trabajadores.

"Lo que demandamos con este ERTE es que los contratos a tiempo parcial se incluyan pero se tenga en cuenta la compensación que la empresa, a nivel de acompañamiento social, pondrá encima de la mesa", reclaman, a la vez que rechazan las "mezclas interesadas" que hizo la compañía en el pasado con las compensaciones con una "tarifa plana en la que garantizaba el 80% de seis horas de trabajo, cuando la mayoría de la plantilla supera esas horas". "Esto va a ser un handicap en la negociación", inciden, pese a los buenos "resultados económicos del grupo después de la bajada de producción” que sin embargo no evitó los cerca de 500.000 coches en la factoría olívica.

"La empresa se acoge a un mecanismo legal, pero está descargando la gestión de esta situación sobre la administración pública, sobre el erario público y sobre las prestaciones de los trabajadores, cuando su aportación es prácticamente residual", lamentan.

UN PROCESO JUDICIAL QUE YA AYUDA A LOS EMPLEADOS

No obstante, desde la CUT salientan que a raíz del proceso abierto en los juzgados con motivo del anterior ERTE y la "discriminación" que la medida provocaba sobre los trabajadores a tiempo parcial, es muy probable que este aspecto no se vuelva a repetir en el futuro. "Creemos que mejorarán las condiciones. Los demás sindicatos nos llaman 'El sindicato del No'. Y somos el 'Sindicato del No' a la precariedad, al recorte de derechos. Pero somos el 'Sindicato del Sí' para que todos arrimemos el hombro, porque observamos que la empresa busca pescar en río revuelto y sacar beneficio incluso en esta situación", critica a un grupo con una situación económica y productiva "sana" que incluso le permite superar a Volkswagen.

En este escenario, algunas familias se han visto abocadas a solicitar "ayudas públicas para poder subsistir y pagar las facturas porque mensualmente ven que no pueden afrontar esta situación de auténtica vulnerabilidad". "Muchas casas tendrán que apretarse el cinturón estas navidades mientras siguen mermando las nóminas", lamentan.

DE MESA NEGOCIADORA A "PETIT COMITÉ"

Con todo, aunque algunos sindicatos parecen ir a remolque de la CUT, lo cierto es que la mesa negociadora se ha convertido en un "petit comité" después de que hasta dos sindicatos renunciasen a tener a sus representantes en la mesa. "La circunstancia no cambia, porque para la empresa juntar al comité es una pérdida de tiempo, porque cuentan con una mayoría sindical más que suficiente. Pasamos de las reuniones con 33 personas a encuentros con uno o dos representante de cada central sindical, donde le resulta más fácil exponer sus temas", exponen.

"No es lo mismo que escuchen solo un par de orejas a que haya una audiencia mayor, porque puede dar pie a más interpretaciones y aportaciones. Por eso nosotros pedimos contar con asesores, muchas veces externos que la empresa nos niega", lamenta, a la vez que declara que no pueden contar con todos los conocimientos para analizar los datos de la empresa que sí ofrecen los asesores en diversos campos.

"No es lo mismo que escuchen solo un par de orejas a que haya una audiencia mayor, porque puede dar pie a más interpretaciones y aportaciones. Por eso nosotros pedimos contar con asesores, muchas veces externos que la empresa nos niega",

"Que nos sigan recortando en derechos económicos y sociales ya es casi lo normal. Ahora: que los derechos que tenemos como representantes legales en una mesa negociadora...Resulta relevante. Y con la convivencia de la mayoría de sindicatos que conforman el comité de empresa", reprocha. Por otro lado, desde CUT subrayan un condicionante muy claro: el año que viene se celebran elecciones sindicales. "No podemos obviar que esto forma parte de las políticas y la estrategia empresarial y sindical".

“PARECE QUE SON LOS ÚNICOS A LOS QUE PILLA LA CRISIS POR SORPRESA”

En lo que no han cambiado las cosas desde septiembre es en los métodos de la empresa en lo que a comunicación con los empleados se refiere. Ya entonces los sindicatos denunciaban que los trabajadores vivían pendientes de un mensaje de texto que les confirmase si trabajaban al día siguiente o no. “Veremos si somos capaces de establecer unos mínimos. La empresa utiliza esta situación con el pretexto de la fuerza mayor imprevisible. Pero parece que el Grupo Stellantis es al único que pilla por sorpresa la falta de semiconductores”, ironizan.

“Lo que no pueden producirse es meses con jornadas de paradas y acto seguido jornadas extraordinarias, porque es lo que les ocurre a los compañeros de Zaragoza y Madrid. Esto no es otra intento del grupo de querer flexibilizar las relaciones laborales y poner encima de la mesa, ahora que está en debate la reforma labora, la flexibilización del mercado laboral mucho más allá del 10% que se establece de distribución regular tiene que ser total y absoluta, y más en el mercado del automóvil”, denuncian. En ese sentido, la excusa para poder llevar a cabo estas prácticas es argumentar que muchos componentes llegan a las plantas “a finales de semana” y que si se quedan parados “otras plantas de otros países se verían beneficiadas, por lo que necesitan de esas jornadas extraordinarias”.

"Parece que el Grupo Stellantis es al único que pilla por sorpresa la falta de semiconductores”

Desde la factoría de Balaídos han utilizado muchos argumentos para justificar el ERTE. Más allá de la falta de microchips, la dirección sostiene que faltan otros componentes, desde aluminio hasta magnesio. Llama la atención que hasta el suceso del Ever Given de Evergreen en el canal de Suez ha sido uno de los escudos de Stellantis, amparada en que el flujo de contenedores y del transporte marítimo todavía sigue arrastrando las consecuencias del bloqueo de esa ruta marítima. De eso hace ya más de nueve meses.

“Habría que mirar si detrás de todo esto hay estrategias políticas y empresariales, o si China y las piezas que fabrica empieza a encarecer los costes, y ahora descargar un contenedor en un puerto sale mucho más caro que hace unos meses”, teorizan desde la CUT, al tiempo que advierten que el transporte por carretera puede verse beneficiado en este contexto. “Aquí hay para todos, lo que ocurres es que los de arriba quieren ganar más de lo que ganaban y los de abajo seguir asumiendo las políticas del capital”.