Viaqua espolea las inquietudes científicas de las alumnas de toda España con su programa 'Aquae STEM'

Viaqua y la Fundación Aquaen ponen en marcha la segunda edición del programa educativo ‘Aquae STEM’, en donde en esta edición estrenan las webinars mensuales, conducidas por Irene Lapuente y en las que participarán mujeres procedentes de distintos campos del mundo de la ciencia.

El proyecto trata de despertar el interés de las alumnas de 2º a 6º de Primaria por la ciencia a través de proporcionar a las jóvenes referentes femeninas que sirvan como inspiración.

Alumnas de más de medio centenar de centros participarán en este programa

Más de medio centenar de centros educativos de media España participan en este programa de Viaqua. El año pasado 2.500 niñas de los cursos de 2º, 3º y 4º de Primaria participaron en este proyecto, al que se han adherido nuevos centros para esta edición.

“La llegada del coronavirus no interrumpió el desarrollo de  Aquae STEM, que continuó formando con sesiones  online, tanto a las niñas, que durante el confinamiento llevaron a cabo a 3ª fase de este proyecto desde sus domicilios (retos online basados en encontrar soluciones sostenibles a desafíos vinculados al agua utilizando un lenguaje de programación); como a los docentes involucrados”, comentan desde la organización.

Irene Lapuente, física de formación y especialista en comunicación y divulgación científica, además de fundadora y directora de la Mandarina de Newton, será la conductora de estos webinars, que se estrenarán con la participación de Monserrat Zamorano, directora de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Granada y primera ingeniera de Caminos que se convierte en catedrática por la Universidad de Granada.

Lapuente considera que es fundamental recordar que las mujeres “estuvieron implicadas con las matemáticas, la ciencia, la ingeniería o la programación desde siempre”. “Es necesario conocer mujeres actuales que lucharon por sus sueños porque eso anima a las niñas para hacer lo mismo y a no dejarse arrollar por los sueños de otros o a no perder la confianza en sí mismas”, subraya. Las cifras de la UNESCO así corroboran que la presencia de las mujeres en la investigación científica es inferior a una tercera parte.

“La discriminación por género empieza desde que nacemos. Los perjuicios sociales que arrastramos nos llevan a esperar que las niñas sean tranquilas, no hablen alto, no  se ensucien, no corran… Pero las ansias de aprender no son tranquilas, la autoconfianza hace que quieras hablar alto, las cosas más interesantes ensucian y si quieres hacer cosas importantes corres a alcanzarlas”, concluye Lapuente.