La Justicia anula la autorización de funcionamiento de la minera de Touro en Huelva
Nuevo, y duro, revés judicial para Atalaya Minning. La multinacional que promueve la polémica reapertura de la mina de Touro - O Pino acaba de ver como el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anula la autorización de reinicio de los trabajos y del plan de restauración en Minas de Riotinto (Huelva).
Nuevo, y duro, revés judicial para Atalaya Minning. La multinacional que promueve la polémica reapertura de la mina de Touro - O Pino acaba de ver como el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anula la autorización de reinicio de los trabajos y del plan de restauración en Minas de Riotinto (Huelva).
Balsas de la mina en Río Tinto
Riotinto es la única mina que explota Atalaya, cuyo segundo principal activo es, precisamente, reactivar el "Proyecto Touro" en colaboración con sus socios locales de Explotaciones Gallegas. La noticia, que acaba de saltar, ha provocado la caída de las acciones de la minera en la bolsa de Londres un 2% este mediodía.
SEGUNDO REVÉS JUDICIAL EN POCOS MESES
Esta sentencia es la segunda batalla que Ecologistas en Accción le ganan a la corporación. Hace un mes el mismo tribunal anuló la Autorización Ambiental Unificada (AAU) que la Junta de Andalucía otorgó en 2014.
Está por ver las consecuencias prácticas de esta nueva sentencia, pues contra este fallo cabe la posibilidad de un nuevo recurso de casación ante el Tribunal Supremo, aunque los ecologistas creen que sería inandmitido, como sucedió con el recurso contra la anulación de la AAU.
¿SON SEGURAS UNAS BALSAS COMO LAS DE AZNALCOLLAR?
En todo caso, supone un duro golpe a la marca, especialmente significativo en Galicia, donde está intentando arracarle a la Xunta la luz verde para la reapertura de Touro, pese a un importante movimiento vecinal en contra.
Ecologistas en Acción insiste en que "el serio riesgo de rotura catastrófica de las balsas de lodos del complejo minero deberían conducir a una paralización cautelar de la actividad minera, para evitar un desastre ambiental de dimensiones diez veces mayor que las que produjo la rotura de las balsas de Aznalcóllar en abril de 1998".
El riesgo de rutura de las balsas es, precisamente, uno de los motivos que ha provocado que docenas de ayuntamientos -incluso municipios del PP- se hayan pronunciado en contra la mina, especialmente aquellos donde el marisqueo y la bajura son motores clave de su economía.
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