Recuperar la rutina y los horarios tras las vacaciones provoca desajustes en el sueño.
El descanso adecuado es crucial para mantener una buena salud. Dormir bien no solo mejora la creatividad y la capacidad mental, sino que también ayuda a controlar el peso y a prevenir enfermedades. Además, un sueño de calidad mejora el estado de ánimo y proporciona más energía para enfrentar las actividades diarias. Considerando que pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas durmiendo, es esencial disponer de un colchón que se adapte a nuestras necesidades individuales para asegurar un descanso óptimo, sobre todo ahora, cuando las temperaturas se disparan a veces hasta un punto que resulta complicado conciliar un sueño prolongado.
Un reciente informe señala que el insomnio crónico se ha duplicado en las últimas dos décadas, afectando potencialmente a 5,4 millones de personas en España. Además, un 25-35% de la población adulta experimenta insomnio transitorio. Esto implica que en torno a 580.000 gallegos lo padecen, teniendo en cuenta que en el país hay unos 2,3 millones de adultos.
El cuerpo humano vive el cambio horario como un 'jet lag' o desajuste horario durante "dos o tres días"
Los efectos de no dormir adecuadamente pueden ser diversos y abarcan tanto el corto como el largo plazo. La falta de memoria y concentración, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, la propensión a la diabetes y la depresión son algunas de las posibles consecuencias de una falta de descanso adecuado.
Un descanso reparador no siempre depende del número de horas. Hoy día, las pantallas de móviles y ordenadores nos roban mucho descanso.
Descansar las horas recomendadas, una dieta equilibrada, el ejercicio diario o rebajaer los niveles de estrés ayudan a reducir los riesgos de estas patologías en hasta un 80%.
Expertos de Quirónsalud relacionan el éxito deportivo con un correcto proceso de descanso y recuperación, en ocasiones imposible para los deportistas de élite.
Rosa Rojano Melendez, enfermera especialista en sueño infantil y lactancia, impartará hoy una conferencia en la Feria del Bebé de El Corte Inglés de A Coruña.
El fin de las vacaciones de verano y el inicio del nuevo curso pilla a muchos pequeños con los horarios habituales del sueño cambiados, lo que puede ser perjudicial para su desarrollo.
Galicia y gran parte de España está sufriendo la segunda gran ola de calor de este verano. Aunque por ahora no es tan brutal como la de principios de julio, no son pocos los que tienen dificultades para conciliar el sueño ante las altas temperaturas.
Una de cada cuatro personas sufre las consecuencias de la falta de sueño como consecuencia de alguna de sus múltiples manifestaciones. No se trata de enfermedades aisladas sino de un aviso de una anomalía previa de origen físico o psíquico.
No es aconsejable echarse siestas más largas que media hora porque dificultan los periodos prolongados de descanso durante la noche que son claves para regenerar nuestro organismo.
Los expertos aconsejan apagar el móvil o mantenerlo fuera de la habitación durante la noche contradiciendo el hábito instaurado entre los españoles de mantener el móvil encendido en modo silencio dentro del dormitorio.
Una encuesta dice que solo un 6% puede permitirse dormir después de comer. En primavera es habitual dormir peor.
Dos de cada tres no llega a las ocho horas que recomiendan los expertos y lo más común es no pasar de siete, aunque no sean suficientes.
Un estudio suizo revela que "el sueño puede tener un efecto protector" para evitar secuelas y que los recuerdos sean menos dañinos.