Consejos contra el insomnio crónico, que padecen el 25% de los gallegos adultos
Un reciente informe señala que el insomnio crónico se ha duplicado en las últimas dos décadas, afectando potencialmente a 5,4 millones de personas en España. Además, un 25-35% de la población adulta experimenta insomnio transitorio. Esto implica que en torno a 580.000 gallegos lo padecen, teniendo en cuenta que en el país hay unos 2,3 millones de adultos.
El estudio realizado por la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Málaga destaca que los adultos jóvenes, especialmente las mujeres, enfrentan problemas para conciliar y mantener el sueño debido al estrés, el ritmo de vida agitado y la obsesión por la conectividad constante.
Para comprender mejor este fenómeno, se llevaron a cabo 2.243 entrevistas y estudios de sueño entre 2018 y 2019, excluyendo a quienes trabajan de noche. Estas investigaciones emplearon polisomnografías, que registraron actividad cardíaca, respiratoria y movimientos durante el sueño, permitiendo un diagnóstico preciso de trastornos del sueño como la apnea obstructiva del sueño, narcolepsia, síndrome de piernas inquietas e insomnio.
El insomnio no solo conlleva riesgos de accidentes y fracaso escolar, sino que también aumenta el riesgo de problemas metabólicos, diabetes y resistencia a la insulina.
Se reconoce el insomnio como un problema que merece tratamiento propio, independientemente de sus causas, y se aborda principalmente con terapia cognitivo-conductual en lugar de fármacos.
¿QUÉ ES LA HIGIENE DEL SUEÑO?
La higiene del sueño se refiere a una serie de prácticas y hábitos que una persona adopta con el objetivo de mejorar la calidad de su sueño y promover un descanso reparador. Estas prácticas están diseñadas para crear un ambiente propicio para el sueño y ayudar a mantener un ritmo circadiano saludable. Algunos de los elementos típicos de la higiene del sueño incluyen:
- Horarios regulares: Irse a la cama y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, para establecer un ritmo circadiano consistente.
- Ambiente adecuado: Asegurarse de que el dormitorio sea oscuro, tranquilo y a una temperatura confortable para dormir.
- Evitar estimulantes: Evitar el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas antes de acostarse, ya que pueden interferir con el sueño.
- Actividad física: Hacer ejercicio regularmente, pero evitar el ejercicio intenso justo antes de acostarse.
- Limitar la exposición a pantallas: Evitar la exposición a dispositivos electrónicos como teléfonos, tabletas y computadoras antes de dormir, ya que la luz azul emitida por estas pantallas puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño.
- Relajación: Practicar técnicas de relajación, como meditación o respiración profunda, antes de acostarse para reducir el estrés y la ansiedad que pueden dificultar conciliar el sueño.
- Evitar siestas largas: Si se necesita una siesta, limitarla a cortos períodos de tiempo para no interferir con el sueño nocturno.
- Crear una rutina antes de dormir: Realizar actividades relajantes y consistentes antes de acostarse, como leer un libro o tomar un baño tibio.
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