Alianza en el Colegio La Salle de Santiago para que los alumnos de 12 años no tengan móviles
En el Colegio La Salle de Santiago de Compostela, la etapa de Primaria, junto con la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (ANPA) y el equipo directivo, ha dado vida a una propuesta innovadora para limitar el acceso temprano de los jóvenes a los teléfonos móviles con conexión a internet. Este acuerdo establece que las familias se comprometen a no comprar este tipo de dispositivos para sus hijos al menos durante el primer curso de la ESO.
Según datos proporcionados por la comunidad educativa, solo un 10% de los estudiantes de 6º de Primaria tiene un teléfono móvil. Sin embargo, al llegar a 1º de ESO, esta cifra se dispara hasta el 99%, lo que ha generado preocupación entre las familias sobre los posibles efectos negativos de un acceso temprano a la tecnología en el desarrollo de los menores.
El Colegio La Salle de Santiago es una institución educativa con una larga trayectoria en la capital gallega, establecida en 1924. Es un colegio privado pero concertado y es uno de los mayores de la capital de Galicia. La institución promueve valores cristianos.
Educar en un entorno sin presiones tecnológicas
El objetivo principal de esta iniciativa es fomentar un uso responsable de la tecnología, retrasando su adquisición en favor de un desarrollo social y académico más equilibrado. Al contar con el compromiso de la mayoría de las familias, se espera reducir la presión social que suelen sentir los niños para tener un dispositivo al mismo ritmo que sus compañeros.
Desde el ANPA del colegio, destacaron la importancia de este tipo de medidas colectivas. "Es fundamental que los niños puedan disfrutar de su infancia sin la constante exposición a internet, adquiriendo habilidades digitales más adelante, cuando estén preparados para manejarlas de forma segura", explicaron los representantes.
Modelo local con aspiración global
La propuesta, impulsada desde el ámbito local por el Colegio La Salle, podría convertirse en un referente para otros centros educativos interesados en adoptar medidas similares. Además, el colegio ha invitado a otras escuelas y familias a reflexionar sobre el impacto de la tecnología en la vida de los jóvenes y a considerar estrategias conjuntas que prioricen su bienestar integral.
Con iniciativas como esta, la comunidad educativa espera no solo beneficiar a los estudiantes de La Salle, sino también participar en el debate más amplio sobre el uso temprano de dispositivos digitales y su impacto en la infancia y la adolescencia.
¿A qué edad hay que permitir el uso de un teléfono móvil?
El debate sobre el uso de móviles por parte de los adolescentes presenta argumentos tanto a favor como en contra de retrasar su adopción.A favor de retrasar el uso de móviles, se argumenta que los menores aún no han desarrollado la madurez suficiente para regular sus impulsos y gestionar adecuadamente una herramienta tan potente. El uso temprano de smartphones se asocia con problemas en el desarrollo del lenguaje, déficit de atención y conductas agresivas. Además, puede afectar negativamente el rendimiento académico, la calidad del sueño y la capacidad de relacionarse con los demás. Los expertos señalan que el uso excesivo de pantallas puede llevar a una pérdida de atención y dificultar el desarrollo de estrategias de comportamiento adecuadas.
Por otro lado, los argumentos en contra de retrasar el uso de móviles sugieren que limitar el acceso a la tecnología puede restar oportunidades a los adolescentes. Algunos estudios indican que, si bien restringir el uso reduce ciertos riesgos, también limita el desarrollo de competencias digitales necesarias para el futuro. Se argumenta que prohibir completamente el uso de smartphones puede dificultar la adquisición de habilidades tecnológicas esenciales en la sociedad actual.Es importante destacar que no existe evidencia científica concluyente sobre la edad ideal para comenzar a usar un teléfono móvil sin riesgos.
Los expertos recomiendan un enfoque equilibrado, estableciendo reglas y límites claros para el uso de dispositivos, adaptados a la edad y madurez de cada adolescente. Se sugiere que los padres den ejemplo de uso responsable y fomenten actividades alternativas que no dependan de la tecnología.
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