Cortes de agua en A Pobra por las lluvias torrenciales que arrastran ceniza de los incendios del Barbanza
Desde Viaqua informan a Galiciapress que se trata de un problema puntual y que no se contempla aplicar medidas similares en otros lugares.
Las consecuencias de los incendios en Galicia durante el mes de agosto se siguen viviendo ahora, con la llegada de las lluvias y el arrastre de la ceniza a los ríos y acuíferos.
En A Pobra do Caramiñal, municipio afectado por el incendio más destructivo del mes de agosto, han tenido que proceder a cortar el agua a 250 viviendas por la llegada de material peligroso a la traída.
Desde Viaqua informan a Galiciapress que se trata de un problema puntual y que no se contempla aplicar medidas similares en otros lugares.
El incendio forestal de Cures, con 2.200 hectáreas arrasadas, fue el más grande de los fuegos registrados durante el mes de agosto en Galicia. Las llamas, que empezaron en esta parroquia de Boiro, saltaron a distintos puntos de la Serra do Barbanza, desde A Pobra do Caramiñal hasta Ribeira. El fuego se inició el 4 de agosto y no se pudo extinguir hasta el día 12, más de una semana después.
En total, fueron 1.593 hectáreas de monte raso y 607 de monte arbolado. Enclaves como el mirador del monte Curota o las Piscinas Naturais do río Pedras se vieron afectados por las llamas, que amenazaron decenas de viviendas y provocaron desalojos. La postal que dejó el alcance del desastre es desoladora, con muchas economías familiares afectadas por los efectos que la tierra quemada puede tener sobre su modo de vida.
Ahora, más de un mes después de aquel fuego, las consecuencias de la catástrofe medioambiental llegan hasta la ría de Arousa y las viviendas de los vecinos, que se ven afectados por las lluvias torrenciales caídas en las últimas horas y que arrastran la ceniza de los incendios a los ríos y acuíferos de la zona.
CORTES DE AGUA EN A POBRA
Ante esta situación, el Concello de A Pobra do Caramiñal se ha visto obligado a tomar medidas que afectan a 250 viviendas. “Las fuertes lluvias de esta madrugada arrastraron las cenizas de los recientes incendios en la comarca a la captación del río Pedras, que suministra agua a la estación potabilizadora de Roupión”, señala el gobierno local en su comunicado.
“La empresa concesionaria del servicio está trabajando para el restablecimiento de la red, por lo que se producirán cortes en las zonas de Santa Cruz, Entrerríos, A Banda, A Casa Queimada, Freán, As Pedriñas, Os Vilares, Rego, Rosamonde y A Gándara, lo cual afectará unas 250 viviendas”, cifran desde el consistorio pobrense.
En la misma línea, advierten que el agua, al contener impurezas y materiales dañinos, “no es apta para el consumo”. “Actualmente se está vaciando el depósito para volver a llenarlo con el agua que recibimos del Ulla”, agregan en el comunicado, al tiempo que recuerdan que las tareas son “laboriosas” y que el corte puede durar “unas 6 horas” hasta que el suministro recupere la normalidad.
Desde Viaqua, la empresa concesionaria, confirman a Galiciapress que el corte durará en torno a 6 horas y que están trabajando en el lugar. “Es una situación puntual de una zona puntual”, comentan desde la empresa, a la vez que subrayan que se están “realizando tareas para cambiar la captación”. Por ahora no valoran tomar medidas similares en otras zonas, si bien vecinos de otros puntos de la localidad confirman que el agua de sus grifos y cisternas llega visiblemente turbia.
PRÓXIMOS DÍAS
Ante los pronósticos de los próximos días, que pueden agravarse según la deriva que tome el huracán Danielle, un fenómeno meteorológico que podría afectar parcialmente a Galicia este fin de semana -ya debilitado, en forma de ciclón o tormenta tropical-, muchos concellos podrían tomar ejemplo de A Pobra do Caramiñal y los cortes de agua convertirse en algo habitual en algunos municipios próximos a los terrenos quemados, ya que la ola de incendios del mes de agosto dejó una estampa muy similar a la del Barbanza en muchos otros puntos de la geografía gallega.
Laza, Chandreza de Queixa, Verín, O Irixio, Caldas de Reis, Ponte Caldelas, As Pontes, Viana do Bolo o A Gudiña son otros municipios en los que el fuego dejó su huella en agosto, y que miran ahora al cielo esperando el efecto de las lluvias, que si son copiosas pueden arrastrar una gran cantidad de material no deseado a las fuentes de agua. Solo en agosto fueron 9.400 las hectáreas calcinadas; 43.000 si sumamos el mes de julio.
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