María Muiño (BNG): “Estamos en un momento en el que se cuestiona la legitimidad del feminismo”
A pocos días para el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Galiciapress entrevista a algunas de las mujeres con más peso en la política gallega de las tres formaciones presentes en el Parlamento de Galicia para conocer sus puntos de vista.
María Muiño es diputada por el BNG en la Deputación da Coruña y se encuentra al frente del área de igualdad del organismo provincial.
Muiño muestra su preocupación por unos datos que indican que una parte significativa de nuestros jóvenes niega la violencia machista, una circunstancia que viene alentada por los discursos del odio de un sector de la política nacional. Para la diputada la fragmentación política y la comunicación que hacen algunos medios reflejan el bajo "nivel de compromiso" de algunos sectores en un tema tan sensible como la lucha contra la violencia de género, para la que pide más recursos y más contundencia a la Xunta de Galicia.
‘De fronte’. Así hay que atajar la violencia machista. Sin ambages ni medias tintas, directos hacia el meollo de un asunto que afecta a toda la sociedad y que, en lo que va de 2022, ya ha acabado con la vida de 38 mujeres según las cifras oficiales del Gobierno de España. Tal vez por eso se titula así la campaña con la que la Deputación da Coruña enfrenta este 25 de noviembre, fecha en el que mujeres y hombres regresan a las calles unidos para reclamar el fin de la violencia machista.
La diputada del BNG María Muiño es la persona al mando del área de Igualdade del ente provincial, que para este año, en su III Edición, ha enfocado la campaña en las violencias digitales. “Escogimos la temática atendiendo a datos que nos deben preocupar y a los que debemos prestar suficiente atención”, manifiesta Muiño.
Los datos son nefastos y arrolladores: el 20% de los jóvenes de entre 16 y 25 años consideran que la violencia machista no existe y la consideran un “invento ideológico creado por las feministas”. Solo cuatro de cada diez estima que las desigualdades de género son altas y hacen daño a las mujeres. Para Muiño esto es una prueba de cómo se están incrementando las violencias digitales.
Por eso, en esta semana del 25N, la Deputación coruñesa se concentrará en “acciones dirigidas a los centros educativos”. Ciberquedadas o microvídeos con vivencias para los alumnos de Secundaria, así como charlas sobre cuáles son las violencias digitales y herramientas para identificarlas para los de Primaria serán algunos de los talleres que impartirán en centros educativos de la provincia.
“La educación es un pilar básico, en especial la que impartimos a los más jóvenes. Hacemos pedagogía para tener claros los conceptos, aportar fórmulas que les permitan identificar, pero también saber apoyar y actuar ante las violencias”, explica Muiño, que ve en la tecnología “un gran soporte para aprender”, pero que a su vez es “un reflejo de la sociedad en la que vivimos, con actitudes de violencia que se trasladan a las redes sociales”.
“SE CUESTIONA LA LEGITIMIDAD DEL FEMINISMO”
En la Deputación no se abrazan solo a los fríos datos para constatar que las nuevas generaciones se alejan de los discursos de igualdad, sino que la propia experiencia les ha llevado a esa conclusión. “Lo constatamos con percepción subjetiva, con empresas, consultoras, en ámbitos de educación y sensibilización. Todas encuentran una mayor dificultad y rechazo”, lamenta.
¿El porqué? “Estamos en un momento en el que se cuestiona la legitimidad del feminismo”, reflexiona Muiño. “Parte de la responsabilidad está en el discurso público, ese en el que se cuestiona la realidad de la violencia machista”, reprocha.
Es justo en este punto donde el debate sobre las polémicas reducciones de condena que se están aplicando a agresores sexuales con motivo de la entrada en vigor de la Ley del ‘Solo sí es sí’ toma un cariz todavía más peligroso, para entender de Muiño. “Es justo el ejemplo de cómo alimentamos los discursos que abren grietas profundas en lo que debería ser un discurso en torno a la igualdad”, considera. Para ella, se trata de una ley que “brinda avances”, pero que inevitablemente merece “una revisión para corregir errores”.
“¿Debe estar blindada la protección para que solo el sí sea sí sin género de dudas? Claro. ¿Debe revisarse para que no haya estas reducciones? También. Pero no es bueno centrar el debate solo en este tema. Me parece que se está utilizando para introducir discursos misóginos que cuestionan el relato feminista”, reprende.
El temor de que esta polémica lo que consiga es recriminar a la víctimas “es una realidad”. En este sentido, Muiño dirige la atención a dos aspectos: uno, la comunicación que hacen algunas fuerzas políticas sobre cómo construyen el relato de la violencia; otro, el papel de los medios, obligados a hacer “una comunicación responsable”, pero en la que introducen “discursos y reflexiones que ponen el foco sobre la víctima”.
Sin embargo, no está todo perdido. La nacionalista apela a hace una reflexión constructiva y buscar “formas de educar y formar, que lleguen a los chicos, a los hombres, para que se sientan incluidos y no lo vean como un discurso contrario a ellos”. “Tenemos que ver cómo mejorar ese discurso”, reivindica.
DISTINTOS NIVELES DE COMPROMISO
Para Galicia, Muiño reclama a la Xunta que destine más recursos para “prevención, sensibilización, para ayuda a las mujeres”. “Estos recursos deben estar en los territorios. Son muchas las carencias. Los Centros de Atención á Muller son la primera puerta de atención a las víctimas y deberían desarrollar un papel activo. No están bien asentados, tienen cuadros de personal limitados, recursos insuficientes…”, denuncia.
A razón de esta urgencia, Muiño pone en valor el trabajo de la Deputación para “abrir una línea de ayuda para que los concellos cuenten con agentes de igualdad”, de forma que se facilite la contratación de personal. “Hay que incrementar la financiación para políticas de igualdad, no solo para campañas puntuales”, reclama la diputada.
“38 mujeres asesinadas sigue siendo una cifra terrible”, agrega, “porque detrás de ella hablamos de huérfanos, de una sociedad en la que los datos nos dicen que la estructura de la violencia persiste”. “El aumento de las denuncias es un indicador de la presencia de la violencia, pero también hay que pensar en la información que reciben y en que dotar de protección a las víctimas es un factor fundamental”, razona Muiño.
Por este y otros motivos lamenta que exista un distanciamiento entre las distintas fuerzas políticas que componen el marco parlamentario gallego. El próximo viernes su agenda estará marcada por los actos instituciones y las manifestaciones a las que tiene pensado acudir. Entre los actos destaca participar en el “discurso unánime por todos los grupos, sin fisuras contra la violencia de género”.
“Es de responsabilidad hacerlo y no abrir debates en torno a esta fecha. Pero todos sabemos que en esta cuestión no todas las fuerzas políticas tenemos el mismo posicionamiento. No siempre se hace el argumentario más responsable. Cuando vemos que algo debe mejorarse, hay que tener un discurso más responsable para trabajar para el consenso. Abrir discursos beligerantes es alimentar el odio. Queda claro que no todos estamos en la misma línea o el mismo nivel de compromiso”, zanja.
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