Slash tilda de "noche mágica" el show Guns N' Roses en un casi lleno Estadio de Balaídos Vigo (vídeos)

No eran jovencitos fans los que horas antes de la apertura de puertas en Balaídos hacían cola para pillar sitio bajo un sol que por momentos pegaba duramente. Casi todos eran puretas o maduritos rockeros. Algunos con panza, otros con calva. 

Al fin y al cabo el reclamo, los Guns N' Roses, es una banda que alcanzó su punto álgido a finales del Siglo XX. Su cantante, otrora sex symbol,  también tiene calva -que oculta bajo sombrero vaquero- y panza -aunque menos que en otros tiempos--.

Con todo, pese al desgaste que suponen los años, ayer los de Axl y Slash dieron una lección de entrega y profesionalismo, que es lo mínimo que se le puede pedir a unos artistas que cobran unos 100 euros (desde 62,5 euros en una grada hasta 1.156 euros el pase vip más caro, sin gastos) por entrada. 

Durante más de tres horas del concierto de ayer los Guns' N' Roses y sus fanáticos dessfiaron la lluvia que  intermitente cayó sobre Balaídos. Al inicio del show, el estadio municipal estaba repleto en el protegido césped, pero había algunas calvas notables en las gradas. 

Quizás el elevado precio de los tickets y las dudas finales sobre la celebración del concierto -al hilo sobre la polémica del patrocinio del concierto- no ayudaron al lleno. La promotora, la gran Live Nation aliada con una promotora gallega, no facilitó cifra de asistentes, aunque no cabe duda que se superaron los 25.000.  

REPERTORIO

En su setlist, la banda tiró de clásicos desde que empezó su actuación con un poco de retraso, lo justo para hacerse esperar. Saltaron al escenario a eso de las 9:10 con las primeras notas “It’s so easy”, una de las canciones de su disco de debut. 

No faltaron otras de sus canciones más populares como  “Welcome to the Jungle”, “Sweet Child o’ Mine” o la versión de Bob Dylan "Knockin' on Heaven's Door".  

Además de al maestro de cantautores, los angelinos hicieron versiones también de UK Subs "Down on the Farm", Iggy and the Stooges "T.V. Eye" -cantada por el bajista Duff McKagan-, Velvet Revolver "Slither", Jimmy Webb "Wichita Lineman" y los Wings "Live and let die". 

Es decir, del origen del punk pasando por las baladas de folk-pop mainstream al universo beatle, una diversidad que apunta a un gusto por la variedad de las mutaciones de la música de guitarras que la banda jamás ha logrado incorporar a sus propios discos, anclados siempre en el hard rock con toques glam. 

No es de extrañar que el grupo tuviera que tirar de media docena de versiones vista la duración del concierto, que excedió las tres horas, con cuatro temas de bis. El lunes ya se había convertido en martes cuando acabaron los últimos punteos de Paradise City. 

En Vigo quedó claro que el tiempo ha pasado desde su mejor época, no cabe duda. Por lo visto ayer en Balaídos, ha tratado mejor a la habilidad como guitarrista de Slash que a la voz de Axl Rose, quien, eso sí, dejó imágenes que distan mucho de la típicas de una estrella del rock, siendo muy cercano con los fans desde su llegada al aeropuerto.

También Slash se ha acordado hoy del calor de los fans de Vigo: