La huelga en la seguridad de la refinería de A Coruña toma forma: "Repsol se niega a asumir el acuerdo económico"

Parecía que todo avanzaba según lo previsto después de dos meses de protestas por parte de los vigilantes de seguridad en la refinería de A Coruña. La plantilla, sobrecargada de trabajo, asumiendo un gran número de exigencias y con un sueldo que no era reflejo de las responsabilidades que acarrean, puso pie en pared hasta ver que Repsol y Prosegur, encargada de la seguridad, atendian sus reivindicaciones. A finales de febrero pusieron fin a las protestas ante el compromiso de las empresas de sentarse a negociar, y justo cuando parecía que por fin se atisvaba un acuerdo, fue la petroquímica la que quemó los puentes con su 'No' a firmar nada. 

"Levantamos las protestas el día 29 para que pudieran comenzar las reuniones, que se celebraron todos los viernes", detalla Iván Blanco, secretario de Organización Estatal de la Unión Sindical Obrera. Gracias a esas reuniones se pudo llegar a un principio de acuerdo en el apartado salarial entre las partes. pero que la dirección de Repsol en la refinería de A Coruña decidió echar abajo porque "no aceptaba los términos pactados en el acuerdo". 

UN PLUS PROGRESIVO HASTA 2027

Blanco, que no entra en los pormenores del preacuerdo que iban a trasladar a los trabajadores, incide en que es la dirección de Repsol A Coruña la responsable de que la firma no se lleve a cabo. "Era un preacuerdo para que contase la plantilla con un plus por su trabajo, pero Repsol no asume ese sobrecoste", indica sobre ese plus que "iba a incrementarse a lo largo de los años hasta finalizar el contrato en 2027". 

La decisión de Repsol, con fama de ser una firma dura con la que negociar, afecta no solo a las negociaciones que se venían desarrollando en el capítulo económico, sino también a los encuentros de una mesa paralela en donde se abordaban "aspectos operativos, donde seguíamos con las reuniones". 

"Esta es una parte más difícil, donde hay que valorar puestos y otros aspectos, pero donde estábamos avanzando bastate al tratarse de una cuestión fuera de lo económico", matizan desde USO, al tiempo que apostillan que las negociaciones también en este capítulo quedan paralizadas por el paso atrás de Repsol.

HUELGA Y ACAMPADA 24 HORAS

En lo tocante a Prosegur, Blanco señala que la empresa de seguridad privada "está un poco como nosotros" después de conocer la decisión de Repsol "cunado ya estaban contempladas las inversiones destinadas a este plus". También la plantilla refiere cierta inquietud y desconcierto por lo ocurrido, tras un mes y medio en donde los sindicatos iban informando de los avances hasta el mazazo de esta semana que supuso el colmo de la paciencia de un colectivo que celebró diversas movilizaciones durante enero y febrero.

"Los vigilantes estaban receptivos y contentos hasta ahora. Saben que no siempre se puede conseguir absolutamente todo y teníamos agendada la asamblea para hablar de ese preacuerdo económico. Ahora son ellos los que ven que puede haber una falta de confianza en las negociaciones, porque no podemos fiarnos ya ni de los preacuerdos", lamenta Blanco.

Ahora el siguiente paso es la manifestación programada para el próximo 2 de mayo, por lo que los sindicatos confían en que las próximas semana sean suficientes para que las partes acerquen posturas y eviten una huelga que ahora mismo está más cerca que nunca en la refinería. Es, también un plazo de cautela para los sindicatos, en un momento en el que el debate ya gira en torno a cómo se aplicará la huelga en una "infraestructura crítica". 

"Es la plantilla la que nos invita a endurecer las protestas. Saben que no puede ser, no nos pueden tener sentados negociando de foma indefinida", reprochan desde USO, que además de las movilizaciones ante la factoría también programan retomar la acampada de 24 horas junto a las instalaciones.

El hecho de que la refiniería sea considerada una "infraestructura crítica" es un elemento crucial en la huelga, ya que los servicios mínimos "si bien no serán del 100% van a ser muy cercanos a ese porcentaje", con uno o dos trabajadores por turno pudiendo ejercer su derecho a la huelga. "Somos conscientes de la dificultad de este sector y de la afectación de la huelga, por eso apostamos de mantener la acampada de 24 horas", admite Blanco, que recuerda que si bien los vigilantes de Prosegur operan también en las instalaciones de Punta Langosteria o el puerto de A Coruña además de en la refinería de Bens porque "todo comprende al mismo operativo y plan de seguridad, forman parte del mismo servici".