La paciencia de Pablo Durán, el shaolin de gol, da sus frutos en el Celta de Vigo
El tomiñés se abrió paso a base de dianas hasta llegar al primer equipo celeste y ser uno de sus protagonistas.
Callado, trabajando y con apariencia de ser imperturbable. Pablo Durán parece un monje shaolin antes de saltar al césped, concentrado y atento a cualquier golpe que pueda llegar para responder de la manera más contundente posible. Con 23 años, algunos dudaban de que pudiera dar el salto a la élite, ya que otros procedente del filial hubiesen tirado la toalla mucho antes por no explotar antes. No obstante, el de Tomiño supo esperar su oportunidad, entrenando como el que más y siempre dispuesto para cuando le llegase la alternativa y, en ese momento, demostrar que estaba a la altura de las circunstancias en el Celta de Vigo.
"NO PUEDO SER MÁS FELIZ"
Así lo probó el pasado sábado en Balaídos ante la Real Sociedad, cuando todo el estadio coreó su nombre. Con un doblete, Durán se estrenó en La Liga dando dos puntos a los celestes, que a punto estuvieron de celebrar un hat-trick para la historia, pero el colegiado invalidó la tercera diana del tomiñés, al que ese contratiempo no le borró la sonrisa de oreja a oreja que lucía al final del choque, donde se coronó como MVP en un partido completísimo de los de Claudio Giráldez, que de nuevo volvió a apostar por el sello 'made in A Madroa' para confeccionar su once.
Un zambombazo a bote pronto desde 25 metro abrió la lata para el Celta; un remate a placer tras un centrochut de Alfón cerró la cuenta. "Es una maravilla poder estrenarme como goleador en la Liga. Si a eso le sumas que son dos, que valen para la victoria y que son delante de nuestra gente, pues es una noche para recordar durante toda la vida", dijo tras el duelo contra una Real que llevaba más de 600 minutos sin recibir goles. Con todo, estos no eran sus primeras celebraciones, ya que en Copa vio puerta tanto contra el San Pedro como ante el Salamanca.
"No puedo ser más feliz", zanjó un Durán que comandó una camada de canteranos contra los donostiarras en la que encontramos nombres como el de Alfón, Carreira o Javi Rodríguez, aunque desde el banquillo también participaron otros productos de A Madroa como Hugo Álvarez y Carlos Domínguez. Sin embargo, su llegada a Primera no fue sencilla: del Porriño saltó al Compostela, donde se hinchó a goles para luego hacer lo propio en el Celta Fortuna, donde solo el año pasado se desmarcó con trece goles y cinco asistencias que le valieron para ganarse un dorsal con los mayores.
LOS CACHORROS DAN LA CARA
La apuesta Giráldez por la gente de la casa está saliendo muy bien al de O Porriño, que también ha dado alternativa a futbolistas como Fer López o Hugo Sotelo, que no han tenido más minutos, simple y llanamente, porque las lesiones se lo han impedido.
"2025 va a ser mejor", pronosticó el técnico, que desde que llegó al banquillo de Balaídos para remplazar a Benítez ha cosechado mejores registros que el técnico madrileño una vez que ha cumplido el mismo número de partidos de los que disfrutó su predecesor. Con los cimientos en el fútbol base, Giráldez ha dado la vuelta a la tortilla y devuelto la ilusión a la parroquia celtiña, que ya espera con ansias lo que puede traer el nuevo año.
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