El Celta hace de Balaídos su fortín y se mantiene en puestos europeos tras derrotar al Valladolid (Vídeo)

Mucho ha cambiado la cara de los aficionados celestes en cuestión de un año. Si la pasada temporada ir a Balaídos era prácticamente una visita de 90 minutos al purgatorio, en este curso 24/25 el coliseo celtiña es un parque de atracciones. El Celta de Vigo mantiene su idilio con los aficionados vigueses, que no han visto caer a los suyos en lo que va de curso y que cuentan de tres en tres los puntos logrados en casa, donde los de Claudio Giráldez se han fortalecido. 

De hecho, y aunque la victoria por 3-1 de este domingo ante el Real Valladolid vuelve a demostrar que en la parcela defensiva todavía hay mucho que trabajar -el Celta no mantiene su portería a cero desde el 31 de marzo y es, tras los pucelanos, el equipo más goleado de la categoría-, en Vigo están muy contentos con el acierto de los pupilos de Giráldez -es, después del Barça, el equipo más realizador con trece dianas-. 

El gran éxito de Giráldez ha sido reconectar de nuevo con la afición, que el año pasado durante la etapa de Benítez se despegó hasta cierto punto del equipo por la nula sintonía de los incondicionales con las propuestas del técnico madrileño. Así las cosas, Giráldez no sabe lo que es perder cuando juega en Vigo: tres victorias esta campaña en tres partidos, más otras tres victorias -Las Palmas, Villarreal y Athletic de Bilabao- y dos empates -Rayo Vallecano y Valencia- adornan la hoja de servicio del técnico como local. 

Peor balance tiene como visitante, siendo ante Sevilla, en su debut el 17 de marzo, y en Granada, contra un equipo ya descendido, las únicas veces que el Celta plantó su bandera en campo visitante con Giráldez como entrenador. En cualquier caso, sus número siguen siendo mejores que los de Benítez, especialmente en este arranque de curso y en lo referido a su planteamiento ofensivo. El Celta suma y sigue. Todos en casa están contentos. Con Giráldez es otra cosa.