El gallego Pablo Insua, el talismán y muro intocable del Sporting de Gijón
El central, ex de Deportivo de La Coruña, Leganés o Huesca entre otros, se ha convertido en una pieza fundamental en el equipo asturiano.
Cuando Diego Mariño hizo las maletas la temporada pasada, el Sporting de Gijón se quedó sin uno de sus baluartes. El arquero vigués fue durante años el referente del cuadro rojiblanco y un seguro bajo los palos. Con su partida el Sporting perdió la fiabilidad defensiva que lo definía, pero ahora parece haberla recuperado de la mano de otro gallego que, además de cortar todo balón que se cuela en el área asturiana, da puntos en forma de goles.
Pablo Insua llegó el año pasado a El Molinón después de varias campañas de éxito en la SD Huesca, con el que logró un ascenso a Primera -algo que también hizo en el Deportivo de La Coruña y posteriormente en el Leganés-, el Sporting apostó por este futbolista talismán para tratar de regresar a una Primera que se le resiste desde hace ya siete temporadas.
En los últimos años los gijoneses se alejaron del objetivo e incluso coquetearon en alguna ocasión con el descenso, un hecho que sería insólito en un club que desde su fundación no conoce el mundo más abajo del fútbol de plata, uno de los pocos equipos que pueden presumir de ello. Insua suma un pleno de minutos en los seis partidos disputados, siendo imprescindible para Miguel Ángel Ramírez y comandando una zaga que cuenta con nombres tan relevantes como los de Cote, Izquierdoz o su paisano Rober Pier, recién llegado a Asturias y que ya ha participado en seis encuentros.
Su gol en el descuento ante el Tenerife con un cabezazo poderoso dio los tres puntos al Sporting y su tercera victoria en casa, convirtiendo El Molinón en una fortaleza infranqueable. La victoria se les resiste a domicilio, algo que pueden remediar en la salida a Andorra de este fin de semana. Para ello necesitarán la mejor versión del gallego, que parece decidido a hacer lo que mejor sabe hacer: ascender equipos.
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