Santiago Posteguillo presenta 'Maldita Roma': "Roma nos atrae porque funcionaba cuando hoy somos incapaces que funcione la UE"
El escritor valenciano, en plena gira de presentación de su último superventas, visitó esta semana Galicia con actos en Vigo y Santiago de Compostela. Santiago Posteguillo, uno de los autores más vendidos en lengua española, atiende a Galiciapress para descubrir este segundo acto de la vida y obra de Julio César, su proceso creativo, sus proyectos y como la historia parece repetirse con más de 2.000 años de diferencia.
La pregunta no la hace quien escribe estas líneas, sino los miembros del Frente Popular de Judea: ¿Qué han hecho los romanos por nosotros? “Por nosotros no sé, pero por mí mucho”, responde Santiago Posteguillo con una sonrisa. Con 4 millones y medio de copias vendidas y con su último libro, ‘Maldita Roma’, en el número uno de las librerías de España, se entiende perfectamente su respuesta. Posteguillo, profesor universitario, escritor y Premio Planeta en 2018, habla con pasión de Roma y su legado, de sus personajes ilustres, de todas las luces y sombras de una civilización que llegaría a ser imperio y que sentó los cimientos de todo lo que somos hoy -“Nos han dado nuestro idioma, nuestra base legislativa, muchas de nuestras costumbres…”- y que llega hasta nuestros días gracias a las novelas históricas del valenciano.
Viene de presentar el libro ayer en Santiago y el lunes en Vigo, con gente que se queda fuera en ambos casos. ¿Qué se está encontrando en las presentaciones? ¿Cómo está siendo la acogida por parte de los lectores?
Muy buena. Ya hay lectores que han dejado reseñas en Amazon. Si miras las puntuaciones rondan el 94% los votos de cinco o cuatro estrellas. Eran 500 opiniones, por lo que empieza a ser representativo. Siempre hay alguien a quien le puede no gustar, pero hay un muy buen recibimiento de la novela. Y sí, se está quedando gente fuera: en Sevilla, en Zaragoza, en Bilbao más de 270 personas…en todos los sitios se queda pequeño el aforo. Parece que ‘Maldita Roma’ va por la senda de ‘Roma soy yo’.
Los que ya hayan leído ‘Roma soy yo’ dejan la historia en un joven abogado con mucha ambición. En esta segunda entrega encontramos a Julio César preparando su regreso y su ascenso. ¿Con qué se van a encontrar en este segundo tomo?
Con su ascenso político empezando desde su momento más bajo, el exilio. Lo veremos cruzando el mar infestado de piratas, los sucesos que le ocurren, cómo estudia retórica en la Isla de Rodas para convertirse en uno de los grandes oradores a su regreso a Roma, la rebelión de Espartaco y cómo afecta a su posible regreso a Roma, el nacimiento de Cleopatra, el ingreso de César en el Senado, las cinco elecciones seguidas que consigue ganar y el principio de las guerras de las Galias. Ahí es nada.
Julio César, Cicerón, Pompeyo, Cleopatra, Espartaco… La historia tiene personajes mejores que cualquier protagonista que podamos imaginar.
No vamos a llevarlo a ese extremo. García Márquez inventa en ‘Cien años de soledad’ un mundo mágico deslumbrante, Tolkien con ‘El Señor de los Anillos’... Desde la fantasía y la pura ficción puedes crear mundos totalmente apasionantes y fascinantes. Pero es cierto que muchos episodios de la historia del ser humano son igual de fascinantes. Julio César es uno de esos personajes. Cuando te encuentras con una figura así lo que hay que hacer es contarlo, no hace falta la manipulación del relato que puede hacer Hollywood. No lo veo necesario. Veo legítimo manipularlo cuando haces una película, pero es innecesario para crear expectación o interés. La vida de Julio César es pura aventura.
Imagino que la principal fuente de inspiración son los relatos históricos. ¿Bebe directamente de Cicerón y Plutarco o tiene otras fuentes?
Bebo. Combino fuentes primarias, las de aquellos que estuvieron en la época y lo vieron o pertenecen a la civilización, como Cicerón, que estuvo allí y lo relató en sus crónicas, o el propio César, pero también añado fuentes secundarias de los historiadores modernos del siglo XX y XXI, los que completan el relato con nuevos hallazgos históricos, arqueológicos, numismático…la historia la seguimos completando. Por ejemplo, en la batalla de Bibracte, el emplazamiento se descubrió hace mucho, pero fue hace dos décadas que se admitió en el mundo académico que ese era el emplazamiento de la fortaleza, donde se hizo un museo. Siempre hay que estar al día de lo que se publica. Y ya meto también las que yo llamo “fuentes experimentales”, que son visitar museos, acudir a los emplazamientos arqueológicos en los que tuvieron lugar las batallas o los hechos. Esas son las tres fuentes que utilizo.
¿Y cuál es el secreto para hacer nueva una historia contada una y mil veces?
Pues utilizar técnicas literarias. Lo que hago en este caso es empezar con un momento particularmente intenso, cortar, hacer una larga analepsis, y que esa narración, aunque cronológica, cruce por distintos escenarios, de forma que la narración adquiere un gran dinamismo por la variedad de emplazamientos. El uso de la ironía dramática, que consiste en que el propio lector tiene más información que los propios personajes, eso convierte esta saga en una gran ironía dramática porque el lector sabe cómo va a acabar César en los idus de marzo. Cuando Servilia presenta a su hijo a Bruto a César el lector sabe qué va a pasar y le entran ganas de advertirle. Ese elemento genera complicidad en el lector, lo introduce y le hace tener complicidad con el protagonista.
El uso de estas técnicas hace que sea posible hacer un relato de algo de lo que aparentemente se conoce mucho y lo puedas hacer entretenido. Digo aparentemente porque ‘Maldita Roma’ es lo desconocido de lo conocido: conocemos la expansión de Roma por tierra, yo la cuento por el mar; se conoce la rebelión de Espartaco, pero no se conoce cómo empezó y terminó; se sabe la relación con Cleopatra, pero no la diferencia de 30 años de edad entre ambos. Todo eso se explica aquí.
LAS LICENCIAS HISTÓRICAS Y LA HISTORIA QUE SE REPITE
Mencionaba antes Hollywood y con el estreno de la película ‘Napoleón’ muchas voces han criticado la “falta de rigor histórico” de la cinta. Parecen olvidar que todo tiene su dosis de inventiva, que “basado en hechos reales” no significa “esto ocurrió exactamente así”.
Prefiero cuando se hace una película histórica o una novela histórica que la ambientación y los acontecimientos sean tal cual fueron. Respeto que haya otras formas de hacerlo. Ridley Scott es un director muy solvente y juzgar una película histórica solo por el hecho de las licencias históricas que se haya podido tomar es una evaluación parcial del relato fílmico que ha hecho el director.
No he visto ‘Napoleón’, pero con ‘Gladiator’ me puedo mover como pez en el agua. Creo que no era necesario que Cómodo asesinase a Marco Aurelio. Cómodo fue un miserable e hizo muchas barbaridades, pero esa fue la única que no hizo. Supongo que los guionistas pensaron que era necesario para reflejar que era muy malo. Pero, aún sin gustarme eso, me parece que ‘Gladiator’ es una gran película. A Ridley Scott se le podrán decir muchas cosas, pero sabe asomarse a una cámara. ¿Está funcionando en taquilla ‘Napoleón’? Si funciona en taquilla, está bien rodada, tiene ritmo narrativo, dudo que Joaquin Phoenix haya actuado mal…pues con todos esos elementos, una mala película no será. Tal vez no sea la película que una parte del público hubiera preferido que no se tomasen ciertas licencias, pero por una parte no podemos cargarnos el todo de una obra artística. Otra cosa es que Scott hiciese un documental y se inventase tres cosas. ¡Pues mal! Porque un documental debe ser plenamente fiel a los acontecimientos. Una película, una novela, diferente.
Napoleón y Julio César. Un poco vidas paralelas: escalando hasta lo más alto del poder, grandes estrategas militares, superados por su propia imagen grandeza…
Grandes estrategas…unos más que otros. Lo de Rusia, como gran estratega… César inventa la “guerra relámpago”, los movimientos rápidos de tropas.
Las cadenas de suministro
¡Exacto! Eso es clave. César lo supo por su tío, Cayo Mario, que le dejó claro que tenía que buscar siempre lugares en donde la línea de suministros estuviese siempre mantenida. En la tercera novela explicaré un pulso tremendo con el rey de los germanos, Ariovisto, con 40.000 guerreros desde el Rin, una apisonadora militar. ¡Pero era un tío muy listo! Continuamente atacaba las cadenas de suministro. Es una partida de ajedrez. Y César prioriza los suministros. Napoleón no lo hizo y fue un desastre. Hitler no lo hizo y fue un desastre. Putin no lo hizo y está siendo desastroso. Porque es un elemento clave que César sabía, y por eso es mejor estratega.
A donde quería llegar con la comparación es a algo que ya dijo: ‘Cien años de soledad’, parece que la historia es cíclica.
Sí, lo es, porque hay algo de la estupidez humana que resulta increíble. Parece que es muy difícil que aceptemos de otros que vinieron antes las enseñanzas sobre errores graves. Y no hay manera. Si tienes un hijo adolescente y le dices: “No bebas mucho que te vas a poner muy malo y te va a sentar fatal”. Pero hasta que el chaval no se agarra dos cogorzas y acaba vomitando de rodillas no dice: “Tengo que encontrar mi puntito”. Eso, que es algo pequeño, es trasladable a los líderes políticos.
Parece que es imposible que generacionalmente podamos transmitir mensajes como “no vayas por esta senda de tensionar la sociedad porque a medida que te aproximes a despertar violencias esto acabará fatal”. ¡Pues no hay manera! Y vivimos un periodo de paz para volver de nuevo a tensionarse todo, y aparecen los extremos de un lado, de otro, se retroalimentan y creemos que no va a pasar nada. Y claro que va a pasar. Y vamos a sufrir todos. Yo lo estoy volviendo a ver. ¡Y allá vamos! ¡Cabalgando felices, como cabalgaban felices en la I Guerra Mundial, todos a las trincheras! Es lamentable…
"NO PUEDO SABER CUÁL SERÁ MI PRÓXIMO PROYECTO"
Aquí en Galicia experimentamos desde hace años un cierto renacer por el interés en la cultura romana con distintas fiestas que glorifican la herencia romana, como el Arde Lucus. ¿Qué tienen las culturas clásicas que tanto nos atraen? ¿Cree que ese pasado romano ya ha superado el valor como negocio al valor cultural?
Nos atraen porque no deja de sorprendernos que 2.000 años atrás hubiese una civilización tan extendida, con tanto territorio, y que funcionaba, cuando en este siglo somos incapaces de que funcione la Unión Europea. El Imperio Romano tuvo sus momentos de funcionar mejor o peor, pero duró mucho tiempo. Eso nos despierta admiración y nos atrae.
Luego, sí puede haber una parte de negocio turístico-cultural en el interés de recuperar estos pasados y recrearlos. Pero tengo la sensación de que muchas ciudades ponen en valor su pasado histórico, sobre todo en lugares que en la actualidad no han podido destacar en otros aspectos, porque no son potencias industriales, o la su región, pero sí encuentran en su pasado histórico algo muy valioso, que pueden disfrutar, del que pueden aprender, y a la vez pueden explotar de una forma turística y cultural, lo cual es legítimo.
Dijo en alguna ocasión que ‘Africanus: el hijo del cónsul’ no era su primera novela, que había escrito otras que nunca se habían publicado. Eso habla también un poco de su perseverancia y dedicación. ¿Pero percibe también una evolución en su escritura? ¿Puede leer hoy sus anteriores novelas?
Escribí el principio de varias novelas y dos completas antes de ‘Africanus’. Nada de todo eso será jamás publicado. Quiero pensar, y tengo esa sensación, que he mejorado y he cambiado bastante. En un arte, además de mantenerte, siempre puedes estar aprendiendo y mejorando. Creo que hubo un salto cualitativo en mi creatividad literaria tras mi paso por Estados Unidos y aprender literatura creativa. Es a partir de esa formación cuando retomo eso de escribir novelas y ya sale ‘Africanus’. A partir de su publicación mantengo un estilo literario similar, pero voy haciendo experimentos con estructuras diferentes, y parece que son satisfactorias.
Van dos novelas de las seis anunciadas. Avisa de que la última puede rondar el 2031. ¿Cuánto más queda por descubrir de Roma?
¿Después de Julio César? Mucho, pero ya lo veremos. A los periodistas que me hacéis esta pregunta os emplazo a 2031 para que me la hagáis de nuevo, porque ahora mismo no puedo dar otra respuesta. No puedo saber cuál será entonces mi proyecto tras esta hexalogía. Tampoco sé cuántas energías me quedarán. No sé si me atreveré con una novela independiente, si vuelvo con una trilogía o si ya estoy loco del todo y me vuelco con una nueva hexalogía de otra cuestión.
Escribe tu comentario