La fusión de PSA y Chrysler da alas a la planta de Vigo tras un 2020 con una producción cercana a las 500.000 unidades
Con la alianza entre PSA y FIAT – Chrysler nace Stellantis, el cuarto mayor grupo automovilístico del mercado.
Con la alianza entre PSA y FIAT – Chrysler nace Stellantis, el cuarto mayor grupo automovilístico del mercado.
El proyecto recibió el visto bueno de los accionistas, por lo que cobra forma el conglomerado que pasará a contar con capital francés e ítalo-estadounidense. Todavía no han trascendido las fechas para formalizar el acuerdo, pero se espera que sea en los próximos días y que empiece a cotizar en bolsa el 18 de enero.
Carlos Tavares, presidente de PSA, admitió que la compañía estaba “lista” para la fusión, que ya cuenta con la aprobación de la Comisión Europea, y los nuevos retos que supone tener bajo un mismo paraguas firmas como Citroën, Maserati, Peugeot, Alfa Romeo, Opel o Jeep.
La promesa central de esta unión es el ahorro de costes, que cifran en 5.000 millones, sin tener que recurrir ni al cierre de plantas ni a la reducción de plantillas, una posibilidad que se cernió sobre factorías como la de Vigo a raíz de la crisis del coronavirus, pese a que en este tiempo la producción de la planta viguesa rondó las 497.000 unidades, un 22% más que el curso pasado pese a los dos meses de parón por el confinamiento.
¿BUENA SALUD EN LA PLANTA DE VIGO?
Sin ir más lejos, esta semana se reactivó la actividad en la factoría olívica tras el parón navideño. Este año promete ser otro punto de inflexión en la fábrica, ya que en este 2021 comienza la fabricación del primer vehículo híbrido, además de trabajar en las furgonetas eléctricas, un apartado en el que la planta viguesa se encuentra a la cabeza. Estas previsiones han hecho que se reactiven los cuatro turnos en la factoría para este enero y en el horizonte inmediato no se plantean nuevos ERTE.
De hecho, este 2021 promete ser el año del salto definitivo en la carrera de la fábrica a la producción de vehículos eléctricos, tal y como marca la hoja de ruta de la compañía, con una apuesta decidida por esta clase de transportes. Este aspecto ha sido fundamental para aventurar las intenciones de la compañía con la planta de Vigo, ya que a raíz de la crisis sanitaria y económica las políticas del Gobierno de Francia hacían pensar en el fin de la deslocalización de las grandes casas automovilísticas del país galo, que se verían forzadas a cerrar sus factorías en los países vecinos.
Sin embargo, lejos de poner fin a la histórica planta viguesa, el Grupo PSA Peugeot Citroën impulsó mejoras en la fábrica con la implantación de sistemas de transporte automatizado, mecanismos de robotización y controles de calidad mediante visión artificial. Así, con este paso adelante hacia la Factoría 4.0, el conglomerado mantiene su intención de apostar por Galicia, algo que cristalizará en una inversión total de 145 millones de euros.
UN MERCADO INCIERTO
La realidad en el mercado es, por el contrario, mucho menos alentadora. Este año las matriculaciones han caído consecuencia de la crisis económica. En este sentido Ignacio Bueno, director de la planta del Grupo PSA Peugeot Citroën en Vigo, criticó recientemente al Gobierno de España por la subida en la tasa de matriculación y por los planes puestos en marcha para incentivar el consumo, lo cuales han resultado “ineficaces”.
Este año la gran incógnita volverá a ser el comercio y cómo la situación epidemiológica de algunos países puede afectar a las ventas, que se han desplomado en España este 2020 que nos acaba de dejar.
Por ejemplo, un cierre de las actividades no esenciales en países como Alemania podría tener consecuencias inmediatas sobre la producción gallega, ya que el país germano es uno de los principales clientes de la industria, que acusa una bajada de las ventas de en torno al 20% en el caso de PSA, mientras que las asociaciones de fabricantes elevan la cifra por encima del 30% a nivel nacional y del 24% solo en Galicia, pese al ligero repunte experimentado en diciembre, beneficiado por las subidas de impuestos que comenzaron a aplicarse el 1 de enero y que obligó en muchos casos a adelantar las compras.
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