“Quiero disfrutar más; el año pasado sufrí mucho” Eduardo Iglesias, a las puertas de su segundo Dakar
A pocas semanas de viajar a Arabia Saudí para sumar su segunda participación en el Rally Dakar, el monfortino Eduardo Iglesias atiende a Galiciapress para comentar cómo está siendo su preparación en este nuevo asalto una vez que el año pasado cumplió el sueño que había estado persiguiendo toda la vida y que por momentos parecía imposible de conseguir.
A pocas semanas de viajar a Arabia Saudí para sumar su segunda participación en el Rally Dakar, el monfortino Eduardo Iglesias atiende a Galiciapress para comentar cómo está siendo su preparación en este nuevo asalto una vez que el año pasado cumplió el sueño que había estado persiguiendo toda la vida y que por momentos le parecía imposible alcanzar.
En un año en donde el coronavirus condicionó todo el proyecto, desde los entrenamientos hasta el proceso de financiación, Iglesias vuelve a subirse a su moto para cruzar los más de 7.500 km del Dakar, que arranca el próximo 3 de enero y que lo enfrentará, durante 12 etapas, a algunos de los mejores pilotos del mundo desde Yeda hasta las orillas del Mar Rojo. Pero el piloto gallego tiene claras sus prioridades, que no pasan necesariamente por ganar: “Quiero disfrutar más; el año pasado sufrí mucho”.
El monfortino Eduardo Iglesias será la representación gallega en el Rally Dakar | Foto: @teammonforterally
Tirando del refranero, Eduardo Iglesias y su KTM 450 Rally Factory son la prueba de que nunca es tarde si la dicha es buena. Con 40 años y una vida moviéndose principalmente en el circuito amateur, a este piloto monfortino le llegó la oportunidad de su vida el año pasado, cuando cumplió un sueño que tenía desde que era un chaval y se sentaba ante la tele a ver como peregrinos del motor se abrían paso por el desierto y luchaban contra los elementos en etapas maratonianas y condiciones extremas. En 2020 vio su deseo hecho realidad y participó en el Rally Dakar logrando el objetivo: llegar a la meta. Después de terminar entre los 100 primeros en su estreno, el lucense vuelve a cabalgar su infatigable KTM y regresa a las arenas de Arabia Saudí para seguir escribiendo historia del deporte gallego.
Una historia que, para Iglesias, todavía es toda una sorpresa con su segundo concurso en una de las pruebas más exigentes del planeta a la vuelta de la esquina. “No contaba con repetir. El proyecto era intentar ir una vez y acabar, pero al final repetimos, tal vez no con la ilusión de la primera vez, aunque si cabe con más. Sobre todo después de lo que ha costado conseguir la financiación”, asevera el piloto.
“Al principio cuando regresé del Dakar la idea era no participar más, pero al poco la gente me animó, los patrocinadores estaban satisfechos con lo conseguido y la repercusión y lo que era un no acabó siendo un sí”, comenta, mientras se prepara para volver a hacer las maletas.
Los patrocinadores, como la Xunta o la Diputación de Lugo, han sido fundamentales para Iglesias / Foto: Xunta
UN SUEÑO DESDE NIÑO
Para entender el camino que lo llevó Monforte de Lemos a Yeda hay que hacer previamente una parada en Marruecos y una pequeña escapada al desierto del norte de África. Igleisas cuenta que sus primero pinitos fueron en el nivel amateur, pero que las lesiones y su vida laboral lo terminaron apartando de su pasión, que seguía practicando pero lejos de los focos.
“Había dejado de lado las carreras, pero el Dakar, cuando llegaba la Navidad, eran fechas marcadas en rojo. Siempre me llamó la atención el desierto y mis amigos propusieron ir de excursión a Marruecos, pero como no se animaban di yo el paso y me fui prácticamente solo a ir en moto por las dunas”, narra Iglesias como los comienzos de un deporte que acabó “enganchándolo” y lo ha llevado hasta uno de los eventos más reconocidos a nivel mundial.
Ahora, con un Dakar ya a sus espaldas, la cota que se fija Iglesias sigue siendo la misma y no piensa en objetivos más ambiciosos, como superar los resultados de Francisco Gómez Pallas, el gallego con más recorrido en la competición y un deportista que abrió camino para una generación de amantes del moto en la comunidad, pero también Marc Coma o el sempiterno Peterhansen, “un referente” para Iglesias, como Jordi Arcarons, “que siempre estuvo luchando por ganar”. “Siempre hubo grandes pilotos españoles”, considera el gallego, que ahora engorda esa lista.
“Fran -Gómez Pallas- compitió muchos años, vivió la época de África… Ahora es otro tipo de Dakar y no me marco un objetivo más allá de disfrutarlo y volver a acabarlo. Pero, si se puede, mejorar el resultado y, sobre todo, quiero disfrutar más, porque el año pasado sufrí mucho”, recalca el lucense. Con todo, este año la exigencia será, si cabe, mayor, por las condiciones extraordinarias que les ha tocado afrontar a todos los pilotos y que ha trastocado los planes de casi todos para lograr una preparación optima de cara a la cita.
“Este año dio al traste un poco con las ideas que tenía en mente. Sabíamos después de la primera experiencia lo que teníamos que pulir y la idea era correr en mayo una carrera y hacer una preparación ordenada todo el año para llegar a enero mejor preparados”, afirma Iglesias. Sin embargo, y como todos sabemos, 2020 tenía otros planes y la pandemia obligó a pararlo todo. “Todo se fue al traste”, lamenta.
CAMBIOS EN EL DAKAR Y PROTOCOLO COVID
Aún con todo, los entrenamientos no pararon e Iglesias se preparó en el gimnasio para lograr estar a punto físicamente además de seguir con la preparación sobre la moto. “Este año estuvimos entrenando en los Monegros con Joan Pedrero aspectos como la navegación o con las condiciones del terreno que te permite hacer alguna cosilla al ser lo más parecido que tenemos en España para poder prepararnos”.
Ahora el futuro más inmediato, si todo lo permite, volverá a llevarlo a Marruecos, donde espera poder seguir con la puesta a punto y rodar durante unos días en un terreno más favorable para ultimar todo. “No es la preparación ideal, pero como yo está todo el mundo”, subraya Iglesias, que sin embargo parte con una ligera ventaja, ya que al rodarse en Marruecos, por la composición del terreno, tendrá una mejor adaptación a lo que se encontrará en la península arábiga al tratarse de un elemento conocido para él.
“En Arabia las dunas no son tan exigentes o con el grado de altitud que sí tenía el Dakar en Sudamérica, pero cada Dakar, sea donde sea, es muy duro”, argumenta Iglesias. Con respecto a las diferencias entre el recorrido del año pasado con las etapas que presentó la organización para esta nueva edición, el de Monforte de Lemos explica que espera que sea todavía “más duro” y que las etapas, al reducir la velocidad en algunos tramos como medida de seguridad, provocará que estas sean “más lentas y machaconas, con más exigencia física”.
Además de la velocidad, esta nueva edición estrena algunas novedades como la entrega del roadbook con solo 20 minutos de anticipación, una medida que Iglesias tacha de “beneficiosa” ya que hace que sea “igual para todo el mundo” al no dar tanto tiempo como en años anteriores para estudiar el recorrido y “evitar triquiñuelas o las trampas de las que siempre se hablan”.
Por otro lado, con la incorporación de la obligatoria y polémica chaqueta con airbag, si bien Iglesias cree que es un sistema que es “bienvenido” para los pilotos de moto, los más expuestos en el Dakar, pero cree que es una decisión “precipitada”. “Este año no hubo carreras, las marcas no están suministrándolas a tiempo y la mitad de pilotos o más llegarán al Dakar sin haber probado ese sistema”, critica. “Con una carrera de tantos días y tantos kilómetros cualquier cosa que no tengas un poco controlada siempre te genera dudas. Además es un sistema en el que, aunque necesario, los hay algunos que funcionan mejor, otros peor… Todavía está un poco verde”, recuerda.
La gran e inevitable novedad, sin embargo, girará en torno a los protocolos sanitarios, unas instrucciones con las que la organización está bombardeando de forma constante a los pilotos. “Todos los días tenemos información variada. Tenemos varios protocolos: el general del Dakar y el protocolo propio del equipo”, explica Iglesias. En ese sentido, las medidas incluyen contar con un PCR negativo con máximo 48 horas de antelación, un confinamiento de un par de días en un hotel de Arabia Saudí nada más llegar y un nuevo test. “Todos eso marcará el comienzo, de modo que si se dan casos positivos no podrán participar”, advierte Igleisas, que a la vez cree que en el día a día se establecerán grupos burbuja en los equipos y se mantendrán las distancias de seguridad y el uso de mascarillas.
LA CARRERA DEL PATROCINIO
Aunque el panorama que pinta Iglesias es realmente intimidante, la realidad es que el trabajo más difícil ya está hecho. Para participar en el Dakar los pilotos necesitan de un gran respaldo económico, que en el caso del piloto de Terra de Lemos llegó gracias a las ayudas de la Xunta de Galicia, la Diputación de Lugo, el Concello de Monforte, empresas de construcción o del mundo del motor entre muchos otros.
“La carrera de los patrocinadores es muy dura. El año pasado fue difícil porque no me conocían y no tenían referencias. Este año, después de lo logrado y la repercusión, pensábamos que sería más fácil, pero la pandemia lo hizo todavía más complicado. Era difícil concertar reuniones, todo se alargó en el tiempo, las decisiones tardaban en tomarse y a las empresas les costó mucho dar su apoyo por la crisis…”, relata Iglesias, aunque finalmente se logró el objetivo “un poco tarde, mal y arrastro, pero conseguimos estar en Arabia que es lo que cuenta”. Y como esto empezó tirando del refranero, insistiremos en que no hay dos sin tres, aunque Iglesias se resista a anticipar una tercera participación en el Dakar: “Vamos a por este y después ya se verá”.
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