Seis ayuntamientos gobernados por el PP rechazan la mina de Touro
Un total de veintiún municipios han aprobado la moción de rechazo al proyecto de reapertura de la explotación minera de Cobre San Rafael.
Reunión de la Conselleira de Medio Ambiente y el alcalde de Padrón
Veintiún ayuntamientos, entre ellos seis gobernados por el Partido Popular, han aprobado la moción de rechazo al proyecto de reapertura de la explotación minera Cobre San Rafael.
La iniciativa, impulsada por las asociaciones vecinales en contra de la mina, ha sido firmada por Arzúa (AA), Santiso (BNG), Lalín (CxG), Oroso (PSdG-PSOE), Teo (SON-ANOVA), Santiago (CA), Ames (PSdG-PSOE, Ames Novo, Contigo Pódese, BNG), Catoira (PSdG-PSOE), Vilagarcía de Arousa (PSdG-PSOE), Rianxo (BNG), A Illa de Arousa (PSdG-PSOE), Cambados (PSdG-PSOE), O Grove (PSdG-PSOE), Ribadumia (IR); además de Vila de Cruces (PPdG), Vedra (PPdG), Padrón (PPdG), Pontecesures (PPdG), Vilanova de Arousa (PPdG) y Boiro (PPdG); y este fin de semana se somete a votación en Ribeira (PPdG).
La moción aprobada propone que el Pleno Municipal de cada localidad inste a las Consellerías do Mar y de Economía, Emprego e Industria a desestimar la "autorización administrativa a la actualización del proyecto de explotación" y a emitir una "declaracion ambiental desfavorable en virtud de los efectos negativos para el medio ambiente". Así mismo, busca que la Xunta de Galicia promueva "una completa restauración de la antigua explotación minera de Touro", para asegurar que no comprometa la calidad ambiental del río Ulla y de la ría de Arousa.
Las Plataformas contra la minería destacan la importancia del sector del mar de Arousa en la economía local. "La flota pesquera de Arousa está compuesta por 1.709 buques de pesca y 842 auxilares", que representan "respectivamente el 38,6% y el 69,9% del total de Galicia". Cifran la actividad pesquera del mejillón del año 2016 en casi 80 millones de euros. La riqueza pesquera y marinera "descansa sobre la riqueza ambiental existente en la ría de Arousa y los ríos que desembocan en ella, donde la salud del río Ulla tiene un papel fundamental, ya que alimenta de sedimientos y nutrientes a la ría" subrayan.
EL PROYECTO
Han pasado casi 7 meses desde que salió a exposición pública el proyecto de explotación minera de cobre en un yacimiento explotado entre 1970 y 1986. La actividad que comenzó hace casi 50 años provocó "una fuerte contaminación de suelos y aguas". "Aguas de drenaje hiperácidas con concentraciones altas de metales contaminarion varios afluentes del río Ulla", reza la moción, que advierte de una relación directa entre la contaminación actual del río y la mina.
El proyecto vigente estima el vertido de hasta mil millones de litros anuales de aguas durante los tres primeros años. Los lodos del proceso serán almacenados en dos balsas: 4 millones de toneladas en una balsa auxiliar y 69 millones de toneladas en una balsa permanente entre la Lagoa de Arinteiro y Viveiro. Asociaciones en contra de la mina consideran que "ante los previsibles efectos perjudiciales" de estos materiales en las aguas de los afluentes del Ulla, "la empresa no garantiza suficientemente que los metales tóxicos y los reactivos de las aguas del proceso" no vayan a afectar "a las aguas y sedimientos del río Ulla".
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