“¿Cómo tiene que ser lo que dejas atrás para que veas más seguro el mar que la tierra?”, me interpelaba una vez una tripulante del Open Arms.
Durante el año 2022 un total de 1.901 personas han perdido la vida en estas peligrosas travesías, siendo la segunda cifra más alta desde que se hace seguimiento. De ellas, 707 han sido declaradas fallecidas, mientras que 1.194 todavía permanecen desaparecidas
El sentimiento compasivo dura bien poco, la memoria es frágil y las ganas de hacer algo para que eso no pueda suceder se han escondido en la pereza, la desidia y la indiferencia.
El problema no es de España, es un problema de Europa, al que tiene que hacer frente.