El goteo de clientes de Abanca afectados por las ciberestafas derivadas del hackeo que sufrió la entidad y con la que ciberdelincuentes se hicieron con datos sensibles de sus usuarios no cesa. El caso de Josefina Rial, que relata para Galiciapress, es un claro ejemplo del proceder tanto de los ciberdelincuentes, que emplearon un número de teléfono oficial de Abanca para la estafa, como del banco que preside Juan Carlos Escotet, que se niega a rembolsar el dinero sustraído a los afectados y los responsabiliza por haber entregado datos personales a los delincuentes.