Los agentes han testificado en una nueva sesión del juicio en A Coruña: "Es imposible evitar la consecuencia final".
El proceso arranca este mes de octubre tres años después de que el joven brasileño muriese en la calle durante la brutal paliza que le propinaron sus agresores, de los cuales cinco serán juzgados y para los que piden hasta 27 años de prisión. La plataforma ALAS A Coruña se presenta como acusación popular en este juicio que despertará un gran interés mediático y que pone de manifiesto las agresiones que todavía sufre el colectivo LGTBIQ.
Los precedentes en España pueden marcar el futuro de los manifestantes que en Ferraz colgaron el pasado 31 de diciembre un monigote que representaba a Pedro Sánchez. Algunos de los allí congregados golpearon al muñeco y cantaron proclamas contra Sánchez. Podrían ser juzgados por un delito de incitación al odio.
Un nuevo supuesto caso de delito de odio tuvo lugar el pasado miércoles en una conocida discoteca de Santiago de Compostela, donde algunos miembros de la seguridad del local agredieron a dos jóvenes, según lo denunciado ante la Policía.
Recibieron la denuncia de Esquerda Unida por las declaraciones de los últimos meses en plena polémica con Meirás.
Ha recordado que la Policía "está preparada y concienciada para recoger este tipo de denuncias, y sumar al delito de agresión el agravante por delito de odio".