Fiscalía rebaja a 9 meses la petición de pena para una joven por agredir a su pareja y a un agente de la Guardia Civil

La sección segunda de la Audiencia Provincial ha dejado este jueves visto para sentencia el juicio contra una joven acusada de agredir a un agente de la Guardia Civil durante un incidente ocurrido la noche del 17 de agosto de 2021 en una hamburguesería del municipio de Cangas.

La Fiscalía ha rebajado la petición inicial de condena hasta dejarla en una solicitud de nueve meses de prisión por el delito de atentado a la autoridad en concurso con otro delito por lesiones al agente y seis meses de prisión por lesiones en el ámbito de la violencia doméstica por causar daños a su pareja.

Inicialmente el Ministerio Público demandó que fuese condenada a penas que sumaban dos años y nueve meses de prisión.

Por su parte, la defensa ha rechazado tanto el delito de atentado como el de violencia doméstica, ya que su ahora expareja no presentó denuncia y declaró en la Audiencia que no había sido agredido.

Además, la abogada ha pedido al tribunal que tenga en consideración diversas atenuantes, entre ellas la adicción a drogas y alcohol, así como las dilaciones indebidas en el procedimiento.

Los hechos que se juzgaron hoy sucedieron el 18 de agosto de 2022, sobre las 23.30 horas, cuando la acusada se encontraba con su novio en la hamburguesería A Meiga y comenzó a mostrar un comportamiento agresivo tras consumir varios chupitos de tequila.

Entonces empezó a insultar a su pareja y "le pegó dos o tres patadas, hasta que ella vino con una silla con intención de golpear al chaval", declaró el agente que sufrió la agresión.

La situación se agravó cuando la mujer comenzó a autolesionarse dándose cabezazos contra el suelo y las paredes, así que este agente de la Guardia Civil, que se encontraba fuera de servicio cenando en el local con su familia, decidió intervenir.

Tras identificarse y mostrar su placa, la acusada le dijo "ni guardia civil ni mierda, hijo de la gran puta, déjame en paz, ojalá te mueras tú y toda tu familia, como te toque te juro que te mato".

Y, además de los insultos, golpeó al agente en el cuerpo mientras este procedió a sujetar a la acusada y la redujo. Cuando la mujer ya parecía tranquila la incorporó y ella aprovechó para arañarlo y golpearlo de nuevo con patadas.

A consecuencia de estos hechos, el agente sufrió diferentes lesiones en las extremidades que incluso precisaron de intervención quirúrgica y le dejaron secuelas.

Durante su declaración, la acusada aseguró no recordar gran parte de lo ocurrido aquella noche, "sé que me enfadé pero no recuerdo el motivo", dijo. En relación a la agresión, la joven declaró que "solo vi que era un hombre grande" y que "lo único que quería era soltarme... daba patadas contra el suelo", añadió.

"No le escuché decir que era guardia civil, tampoco recuerdo la placa. Sé que insulto mucho. Era contra mí misma. No quería atacar ni dañar a nadie", manifestó.

Además indicó que padecía "un problema psicológico previo", que sufrió abusos sexuales por parte de su padrastro y que ha tenido una vida "inestable en general", que actualmente está sin trabajo y a la espera de ser admitida en un centro de desintoxicación.