Xunta analiza con los aserraderos de pino gallegos el impacto de las ayudas autonómicas a disposición del sector
La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, ha mantenido este martes una reunión con los responsables de cinco de los mayores aserraderos de pino de Galicia en términos de facturación y consumo, con quienes ha analizado el impacto que tienen las ayudas que la Xunta pone a disposición del sector, especialmente, para las empresas de primera transformación.
En concreto, según ha detallado el Gobierno gallego, a la reunión han asistido representantes de Maderas Goiriz (Vilalba), Hijos de Ramón Rubal (Alfoz), Besteiro Forestal S.L. (Castroverde), Hermanos García Rocha S.L. (Oza-Cesuras) y Maderas Cajaraville S.L. (Teo).
Asimismo, la Xunta ha explicado que uno de los principales asuntos de la reunión fue el balance que deja el programa de ayudas autonómicas para la renovación de maquinaria y adquisición de equipo más avanzado, para el acondicionamiento de instalaciones y para la comercialización de productos, que el pasado 27 de marzo cerró el plazo de presentación de solicitudes de la convocatoria de este año.
Desde 2018, cuando se puso en marcha, el Gobierno gallego, a través de la Axencia Galega da Industria Forestal (Xera), ha concedido 624 ayudas por un importe de más de 56,6 millones de euros. Más del 75% de ellas, en las provincias de Lugo y A Coruña.
Esta edición cuenta con un presupuesto de 10 millones para el período 2025-2026, con apoyos que oscilan entre los 50.000 y los 200.000 euros para aserraderos y rematantes. En concreto, la convocatoria incluye cinco líneas: para maquinaria de tratamientos silvícolas; para la medición de masas forestales; para la comercialización de la castaña y la resina; para la compra de equipos portátiles y maquinaria de clasificación automática de la madera y de productos aserrados; y, por primera vez, para la medición y trazabilidad del inventario forestal y de aquella madera aprovechable.
En este sentido, la conselleira ha destacado que se trata de una línea de ayudas necesaria para la competitividad de la cadena monte-industria en Galicia, que abarca más de 3.000 empresas (el 12% del empleo industrial) y que afronta retos como el cierre de ciclos o la extensión de los nuevos usos de la madera.
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