El Gobierno saca a Primo de Rivera del Valle de los Caídos, pero Santiago lo mantiene en la Praza da Quintana
El nombre del fundador de la Falange sigue alumbrando los muros del monasterio de San Paio de Antealtares pese a la ley de Memoria Democrática. No es el único caso en Galicia que transgrede la Ley de Memoria Democrática: Podemos Pontevedra relcama al BNG de Lores la retirada de una cruz falangista en la ciudad del Lérez.
Los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera fueron exhumados este lunes del Valle de los Caídos. El féretro del fundador de la Falange, figura ensalzada por el franquismo y venerada por la extrema derecha todavía a día de hoy, fue trasladado a otra localización como ya se hizo en su día con el del dictador Francisco Franco en otro acto también rodeado de polémica y una férrea oposición de fascistas que protestaron en las inmediaciones del Valle.
Con la exhumación se da un nuevo paso al proyecto del Gobierno de España de transformar el Valle de los Caídos, símbolo del alzamiento nacional y del Golpe de Estado que aupó a Franco al poder. Ahora, entre los deberes pendientes, queda la exhumación de los republicanos enterrados en las criptas del monumento franquista o la expulsión de la comunidad benedictina.
El proyecto se enmarca dentro de los cambios que impulsa el Gobierno a la sombra de la nueva Ley de Memoria Democrática, un texto vigente desde el pasado año y que busca, entre otras cosas, la retirada de los espacios públicos de todos los elementos que ensalcen el franquismo o a sus figuras. Es aquí donde todavía hay una gran cantidad de símbolos presentes en la vía urbana y pendientes de su retirada o eliminación, como por ejemplo el relieve del nombre de José Antonio Primo de Rivera en el monasterio de San Paio de Antealtares.
FALANGISTA EN LA QUINTANA
Se trata, como otros muchos símbolos, de un elemento que glorifica "la sublevación militar y la Dictadura, sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial", tal y como contempla el artículo 35 de la ley. Este supuesto es el que motiva su retirada, tal y como dicta el texto aprobado por el Congreso.
Galiciapress indagó en diciembre del año pasado en quién era el responsable de la retirada de esta inscripción en la piedra y de los trabajos que se iban a realizar para cumplir con la nueva ley. No obstante, todos los actores implicados, desde la orden de monjas de clausura que reside en ese espacio hasta el Arzobispado de Santiago, pasando por la Xunta y el Concello de Santiago, parecen o bien pasarse la patata caliente unos a otros o no tener mucha prisa para poner en marcha las tareas para retirar el nombre de la Praza da Quintana.
Las dificultades que entrañan su eliminación -como detalló la Comisión Asesora de Patrimonio Histórico convocada por el Concello de Santiago-, las molestias que causarán los trabajos de retirada y el hecho de que se encuentra en un edificio de carácter privado -aunque albergue a su vez un colegio público- son condicionantes para que el nombre del fundador de la fuerza española de ultraderecha inspirada en el fascismo italiano de Mussolini permanezca presente en la céntrica plaza compostelana, que a diario recibe a miles de visitantes que podrían sorprenderse de ver el nombre del hijo del dictador Miguel Primo de Rivera en los muros que la rodean.
DOS LEYES VIOLADAS
Cabe destacar que la anterior ley, la de de Memoria Histórica, impedía la presencia de Primo de Rivera en los muros de monasterio de San Paio de Antealtares, pero más allá de unos "retoques" -eliminar el rojo de las letras para que no destacase tanto- el recuerdo del líder fascista en la capital gallega sigue inmaculado y se puede leer sin dificultad.
Así las cosas, todo apunta a que será el propio Gobierno de España el que acabe retirando el nombre del fundador de la Falange de la Quintana. No será inmediato, porque primero debe incluirse en el Catálogo de Símbolos y Elementos Contrarios a la Memoria Democrática, una figura fundamental en la nueva ley y en la que pueden participar las "entidades memorialistas". En adelante, y si nadie se hace cargo de su retirada, será el Gobierno de España el que ejecute las labores.
MÁS CASOS EN GALICIA
El de la Quintana no es ni mucho menos el único caso en la comunidad que infringe la nueva Ley de Memoria Democrática. La última denuncia de esta clase la realizó la candidata de Podemos a la alcaldía de Pontevedra, Luisa Lores, que reclama al Concello de la ciudad del Lérez que retire "la cruz falangista que corona la rúa Montero Ríos".
Desde la formación morada instan al gobierno de Miguel Anxo Fernández Lores a cumplir con la legislación y le reprochan que, tras 25 años de gobierno nacionalista en la Boa Vila, "no mostrase interés alguno por la retirada de un símbolo antidemocrático que sigue situado en el corazón de nuestra ciudad".
"La presencia de esta cruz es una afrenta a la memoria de todos aquellos que lucharon y murieron por la defensa de la democracia y de los derechos humanos durante la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista", censuran desde Podemos, al tiempo que apremian al Concello para no permitir que se ensalcen "los valores de una dictadura que tanto dolor y sufrimiento causó a nuestra sociedad".
"Dice mucho y muy mal del BNG que exhumen hoy a Primo de Rivera y que esta cruz siga aquí 25 años después de llegar Lores al poder ", reprende la alcaldable Luisa Lores.
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