TES y personal del 061 también entran en la reforma de la Ley de Salud sobre agresiones a sanitarios

Las posibles agresiones que pueden sufrir los técnicos de emergencia sanitaria y del 061 mientras realizan su trabajo podrán ser sancionadas. Así, Galicia se convertirá en la primera comunidad en castigar estos supuestos, a partir de la inclusión de las sanciones en la modificación de la Ley de Salud de Galicia que planea la Xunta.

La secretaria xeral técnica de la Consellería de Sanidade, Natalia Lobato, ha presidido este jueves la primera reunión para tratar esta actualización de la ley, que tiene por objetivo proteger a los profesionales del sistema sanitario gallego frente a la violencia externa, según ha informado el Gobierno gallego en un comunicado.
 

En las próximas semanas, los representantes del sistema sanitario gallego se reunirán con los colegios profesiones y con los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con el fin de abordar con cada colectivo la actualización de los protocolos de seguridad del sistema sanitario.

Una vez finalizadas estos encuentros, los textos de los nuevos protocolos serán trasladados y negociados con los órganos de representación del personal.
 

En la reunión celebrada este jueves, Lobato ha estado acompañada por la directora xeral de Recursos Humanos do Servizo Galego de Saúde, Mar Pousa; y el director de la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia 0-61, Román Gómez.
 

Así como de representantes de la Federación Galega de Empresarios de Ambulancias (Fegam), de la Asociación Galega de Técnicos de Emerxencias (Asgate) y de la Asociación Profesional de Técnicos de Emergencias Sanitarias y Gestores de Emergencias de Galicia (Tesgalicia).

CONTEXTO

A principios del pasado mes de febrero un paciente agredió con un arma blanca a un enfermero y a un guardia de seguridad en el servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
 

Días después, trascendió que un vecino de Guntín (Lugo), de 96 años, amenazó con arma corta de fogueo a facultativos médicos que se habían trasladado a su vivienda para atender a una paciente encamada.