MUFACE: El “chantaje” de las aseguradoras ha vencido al Gobierno, denuncia CIG
La sanidad privada seguirá desviando los casos más caros a la pública y volverá a cancelar tratamientos a los funcionarios cuando necesite meterle presión a Moncloa, denuncia la central nacionalista, la más importante del sector público en el país.
La CIG, el sindicato con mayor representación en la Xunta y en el Servicio Gallego de Salud (SERGAS), confirma su postura al respecto del conflicto de MUFACE. El sindicato nacionalista habla directamente de chantaje de las aseguradoras a la administración.
¿Qué defendieron los diferentes sindicatos?
La postura de la CIG contrasta con la de otros sindicatos como CSIF, SUP o Ampe. Estas centrales llevan meses impulsando o apoyando movilizaciones en defensa del modelo de MUFACE.
A medio camino se han quedado los dos grandes sindicatos de clase estatales Comisiones Obreras y UGT. Ambos han expresado su preocupación pero en ningún momento se han decantado por apoyar a los funcionarios, algunos de los cuales se autoorganizaron a través redes sociales ante el temor de que MUFACE desapareciera.
Las diferentes posturas sindicales evidencian que la cuestión de una mutualidad específica resulta espinosa, incluso entre el conjunto de los trabajadores públicos. Existe una parte del funcionariado que no entiende porquñe la administración tiene que llegar a convenios con aseguradoras privadas cuando ya existe el servicio público de salud.
Por el contrario los defensores del modelo MUFACE argumentan que durante décadas ha demostrado ser eficaz para atender las necesidades de los trabajadores públicos y que en todo caso es inviable que los sistemas sanitarios de las autonomías, que ya sufren largas listas de espera, puedan asumir de golpe cientos de miles de mutualistas si MUFACE desaparece. Por ejemplo en Galicia hay más de ciento un mil mutualistas y el SERGAS ya está contra las cuerdas en aspectos como atención primaria, pediatras o salud mental.
Superada en apariencia la crisis - al lograr las aseguradoras que el Gobierno les haga una nueva oferta en la que en teoría les garantiza que no tendrán pérdidas y confirmarse que Adeslas y Asisa, al menos, concurrirán al concurso, la CIG toma postura.
La Área Pública de la CIG, que engloba los sectores de Enseñanza, Salud y Administraciones Públicas, mantiene su firme compromiso con la sanidad pública.
Los recientes movimientos del Ministerio de Función Pública y de la propia Mutualidad, que han cedido nuevamente ante las presiones de las aseguradoras, son considerados por la CIG-Área Pública como una "pésima noticia”.
Según el ministro Óscar López, el Gobierno estatal está inyectando 1.000 millones de euros adicionales a los ya anunciados al inicio de la crisis de MUFACE. En total, el Ejecutivo desembolsará 4.500 millones de euros en tres años. Para la CIG, esto representa una oportunidad perdida para presentar un plan transitorio hacia la sanidad pública que, respetando la situación actual de los funcionarios con prestación privada, refuerce definitivamente una sanidad pública y de calidad para todos.
Recuerdan que, en los últimos meses, algunas entidades se negaron a continuar con tratamientos o a concertar citas para presionar al Gobierno, por lo que no descartan que vuelvan a hacerlo cuando lo consideren necesario. Tampoco sería sorprendente que deriven casos urgentes o más costosos a la sanidad pública, una práctica que creen habitual. El sindicato se compromete a denunciar cualquier incumplimiento de las obligaciones legales de estas empresas ante MUFACE.
Desde los sectores de la Área Pública de la CIG, no olvidan que MUFACE gestiona una serie de ayudas de carácter social y sociosanitario, actuando como un fondo de acción social similar al existente en muchas administraciones y empresas. Estas ayudas incluyen desde apoyos por jubilación, fallecimiento o entierro hasta prestaciones por parto múltiple o la gestión de subsidios por bajas médicas superiores a tres meses. El mantenimiento de todas estas ayudas y derechos debe quedar claramente fuera del debate actual, argumenta el colectivo nacionalista.
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