Así es Celia, el robot de conversación creado en Galicia para acompañar a personas mayores
Celia es gratis, habla por Whattsapp, nos anima a socializar y en el futuro podría ser capaz de detectar los primeros síntomas de enfermedades como la demencia. Tiene una pega, eso sí, por ahora solo habla castellano. Desde la UVigo explican que pronto hablará gallego y aseguran que casi todos los que lo han probado han seguido utilizándolo. Lo probamos y, efectivamente, es capaz de darnos consejos prácticos para superar la soledad no deseada, una de las grandes lacras de la avenjentada sociedad gallega.
AtlanTTic, el Centro de Investigación en Tecnoloxías de Telecomunicación da Universidade de Vigo. ha lanzado el primer robot gallego que combate la soledad, Celia. ¿Cómo lo hace? Pues con el método más básico y eficaz del mundo, dando conversación.
Algo muy necesario en un país tan avejentado como Galicia. Se calcula que casi 300.000 gallegos viven solos, más del 10% de nuestra población.
Celia puede ser un paliativo para la soledad no deseada porque está diseñado para entretener con empatía a personas de edad avanzada. Por ejemplo, si le comunicamos que nos sentimos un poco deprimidos, en seguida nos propone actividades para animarnos y nos guía con información precisa sobre cómo, por ejemplo, apuntarnos a un grupo de baile:
Celia no solo puede conversar con nosotros en la pantalla, es capaz de escucharnos a través de un micrófono y respondernos con una voz. cuya velocidad podemos regular.
TODAVÍA ESTÁ APRENDIENDO GALLEGO
Este robot de conversación es sin duda una herramienta muy útil. Con todo, por buscarle una pega, hay que señalar que por ahora Celia solo habla castellano pese a estar financiado por la Axencia Galega de Innovación de la Xunta de Galicia. Una de las obligaciones de la Xunta es promover la normalización del gallego en ámbitos como las Tecnologías de la Información donde juega en desventaja. "Pronto lo estará también en gallego", señalan desde Attlantic al ser preguntados al respecto.
Algo muy necesario, dado que el gallego es la lengua más habitual de los mayores de 65 años, que son las personas que más viven solas. De hecho, es la única franja de edad donde las personas declaran usar la lengua propia del país mayoritariamente. Más del 55% de estas personas dicen hablar mayoritariamente gallego y más del 35% solo habla gallego.
Más allá de esta pega, solucionable en el futuro próxmo, la utilidad presente de Celia es ya indiscutible. El robot de conversación no solo se puede usar a través de interfaces web, también a través de Whattsapp. Algo clave para las personas mayores, donde un porcentaje relevante tiene dificultades para navegar por internet pero no para manejar aplicaciones más intuitivas como los servicios de mensajería.
Desde el equipo de desarrollo presumen que la ventaja de su Celia frente otros asistentes de conversación es que tiene iniciativa. Es decir, toma la delantera y se comunica con sus usuarios sin esperar una orden. Esto dispara la empatía en las personas de edad avanzada Según AtlanTTIC el 75% de los que lo han usado durante el período de prueba han solicitado seguir usando Celia.
POTENCIAL ASISTENTE MÉDICO
Además, las potencialidades de Celia son considerables. No solo como acompañante, también como colaborador sanitario. Hace tiempo que los médicos saben que la voz aporta una serie de pistas que, aplicando la potencia de la Inteligencia Artificial, algún día permitirá controlar enfermedades neurológicas, emocionales o cardio-respiratorias.
Una de las vías de desarrollo de asistentes de conversación como Celia es alertar de síntomas de la aparición de enfermedades como el alzheimer o la demencia. Las enfermedades neurodegenerativas son muy difíciles de diagnosticar en fases tempranas sobre todo en personas que no están rodeadas de familiares que empiecen a percibir pequeños cambios en la conducta. Y hay que recordar que en estas dolencias no tienen cura aún, pero sí hay tratamientos que permiten frenarlas, soluciones paliativas que son muchísimo más eficaces cuando se empiezan a aplicar en las fases tempranas de la enfermedad.
“Se trata de un proyecto innovador de inteligencia artificial con el que mejorar la calidad de vida de las personas de edades avanzadas en varios contextos, el emocional y el sanitario”, explica el director de CELIA, Pablo Campos.
CELIA es un proyecto de investigación de AtlanTTic apoyado por el Programa Ignicia de la Axencia Galega de Innovación de la Xunta de Galicia y la Fundación Barrié. El equipo está liderado por el profesor de Ingeniería Telemática de Universidad de Vigo y fundador de la spin-off Ancora, Francisco Javier González Castaño.
El mercado para los asistentes de conversación para personas mayores es enorme. Por ejemplo, en actualmente más de 2 millones viven solas, y esta cifra crecerá hasta los 7 millones en 20 años, según datos del INE.
¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial a detectar el inicio de enfermedades neurodegenerativas?
La inteligencia artificial (IA) puede desempeñar un papel crucial en la detección temprana de enfermedades neurodegenerativas. Una de las formas en que la IA puede contribuir a este proceso es a través del análisis de imágenes médicas, como resonancias magnéticas (RM) y tomografías computarizadas (TC). Algoritmos de IA pueden examinar estas imágenes cerebrales para identificar patrones sutiles que podrían indicar la presencia de enfermedades neurodegenerativas incluso antes de que aparezcan síntomas clínicos. Además, la IA puede analizar imágenes histológicas, ayudando a identificar cambios celulares y patologías específicas asociadas con enfermedades como el Alzheimer.
Otra área clave es el procesamiento de datos clínicos, donde la IA puede analizar grandes conjuntos de historias clínicas electrónicas para identificar patrones y factores de riesgo asociados con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. También puede procesar datos provenientes de sensores y dispositivos wearables, identificando biomarcadores y patrones de comportamiento que podrían indicar el inicio de una enfermedad.
La búsqueda de biomarcadores es otra aplicación importante de la IA, ya que puede ayudar a identificar señales específicas en datos biológicos, como sangre o líquido cefalorraquídeo, que podrían estar vinculadas al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. La IA puede desarrollar modelos predictivos utilizando algoritmos de aprendizaje automático para evaluar el riesgo individual de una persona basándose en factores como la genética, el estilo de vida y la salud general.
Además, la IA puede permitir un monitoreo continuo de la función cognitiva y el comportamiento a través de dispositivos conectados, identificando patrones anómalos que podrían indicar el deterioro cognitivo asociado con enfermedades neurodegenerativas. Es en este aspecto en el que los robots de conversación como Celia están llamados a jugar un papel clave.
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