Jefes territoriales de las consellerías ya no deberán ser funcionarios, sindicatos temen ola de enchufes

La Xunta de Galicia ha aprobado una reforma que redefine las funciones de los antiguos jefes territoriales, ahora denominados directores territoriales, ampliando sus competencias y permitiendo que los puestos puedan ser ocupados por personas ajenas a la administración pública. Este cambio, que actualiza la Lei 16/2010 de organización y funcionamiento de la Administración, se integra en la normativa de medidas fiscales que acompañan a los Presupuestos de 2025.

La modificación, adelantada hoy por Faro, implica que los directores territoriales no solo coordinarán los departamentos provinciales de cada consellería, sino que además tendrán la capacidad de representar oficialmente a las consellerías ante otras autoridades y organismos. 

Esta nueva estructura sustituye a las jefaturas territoriales por departamentos territoriales, y los directores podrán ser designados entre funcionarios de los grupos A1 y A2, o bien entre personas externas con la experiencia y competencias necesarias. El cambio no ha gustado nada a los sindicatos.

"Quieren instaurar la figura del agente electoral, colocar a los suyos para salir en las fotos inaugurando presas, farolas o paseando por colegios". se quejan desde la CIG, el sindicato con más representación en la Xunta. o lógico es que estos puestos estuvieran ocupados por funcionarios que conocen los procedimientos de la administración», afirmó Juan Carlos Rivas, de CSIF, quien advirtió que la incorporación de perfiles políticos podría desvirtuar la función técnica de estos cargos.

La Xunta, en cambio, defiende la reforma como un paso necesario para modernizar la administración y mejorar la representación de las consellerías a nivel provincial. Fuentes del gobierno autonómico aseguran que los criterios de competencia profesional serán prioritarios en los nuevos nombramientos, y que la medida busca una mayor eficacia en la implementación de las políticas públicas. Sin embargo, los sindicatos temen que esta apertura a perfiles externos se traduzca en una «instrumentalización política» de los puestos.

La estructura territorial de la Xunta de Galicia se organiza a través de delegaciones territoriales, que están adscritas orgánicamente a la Presidencia de la Xunta. Las cinco delegaciones territoriales de la Xunta de Galicia son las siguientes: Delegación Territorial de A Coruña, Delegación Territorial de Lugo, Delegación Territorial de Ourense, Delegación Territorial de Pontevedra y Delegación Territorial de Vigo.

 Estas delegaciones ejercen las competencias establecidas en el Decreto 245/2009. Cada una de estas delegaciones se encarga de coordinar y ejecutar las políticas y directrices emanadas de las consellerías correspondientes en sus respectivas áreas geográficas

 Funcionan bajo las directrices y criterios de los órganos superiores de las consellerías correspondientes, según sus competencias materiales. En todo caso, cada consellería dispone de un jefe territorial en cada Delegación, puesto que hasta ahora debía ocupar un funcionario, pero ya no.

Además, existen secretarías territoriales, con nivel de subdirección general, dependen tanto orgánica como funcionalmente del titular de la delegación territorial. Estas secretarías son responsables de coordinar y ejecutar las políticas y directrices emanadas de las consellerías.

En cuanto a la estructura orgánica central, cada consellería cuenta con órganos específicos de dirección, como secretarías generales y direcciones generales, que coordinarn las políticas para toda Galicia bajo las instrucciones del conselleiro y éste, a su vez, del presidente de la Xunta.