CIG pide la dimisión de la directora de la EGAP por opacidad y falta de rotación de docentes

El sindicato CIG, el que tiene más delegados en la administración autonómica, ha solicitado la dimisión de Sonia Rodríguez-Campos, directora de la Escola Galega da Administración Pública (EGAP), acusándola de una gestión deficiente y falta de transparencia. Según la CIG, la oferta formativa de la EGAP es insuficiente para cubrir las necesidades de los empleados públicos de la Xunta, especialmente en áreas clave como la igualdad de género, la lengua gallega en la administración y las competencias digitales. 

El sindicato ha presentado más de 30 demandas y 285 propuestas de cursos recopiladas entre el personal y afiliados para intentar mejorar esta situación.

La CIG critica la falta de negociación y participación en la planificación anual de la oferta formativa de la EGAP, acusando a la directora de tomar todas las decisiones de manera unilateral. El sindicato denuncia que la planificación de la formación sigue un proceso básico que apenas permite la inclusión de propuestas, y señala que la mayoría de sus aportaciones son ignoradas año tras año. Además, lamentan la ausencia de transparencia en la selección de temáticas, la designación del personal docente y la distribución de cursos entre las diferentes categorías profesionales.

¿Cuales son las funciones de la EGAP?

La Escola Galega da Administración Pública, conocida por sus siglas EGAP, es la institución encargada de la formación y actualización profesional del personal de la administración autonómica gallega. Fundada con el objetivo de promover una administración pública moderna y eficiente, la EGAP depende de la Consellería de Facenda e Administración Pública de la Xunta de Galicia. Su labor se centra en la impartición de cursos y la organización de actividades formativas para el personal público, pero, según la CIG, en los últimos años su funcionamiento ha sido objeto de críticas por su falta de adaptación a las necesidades reales del personal.

Entre las acusaciones de la CIG destacan la falta de rotación entre los formadores y la opacidad en la gestión del presupuesto de la EGAP, incluyendo la ausencia de información sobre las empresas y personas contratadas para impartir formación. El sindicato señala que no se han hecho públicos los datos sobre retribuciones, acreditaciones ni los criterios de selección de los formadores, a pesar de que debería ser información de acceso público.

El sindicato concluye que la situación actual de la EGAP es insostenible y reclama un cambio urgente en la dirección para garantizar una formación de calidad, transparente y adaptada a las necesidades del personal público de Galicia.

La CIG también denuncia el deterioro de las condiciones laborales del personal de la EGAP, citando problemas como la contratación precaria y la falta de actualización de los fondos de la biblioteca de la escuela, que en su mayoría no están catalogados ni accesibles. Además, critica la falta de actos conmemorativos del Día das Letras Galegas, calificando este hecho como un síntoma de la deriva que ha tomado la gestión de la EGAP.