Feijóo recoge el guante de Felipe VI y buscará la investidura, pese al riesgo que corre de morir en la orilla
En estos momentos la decisión del líder popular de querer ser investido presidente responde más a un gesto de cara a la galería que a una verdadera oportunidad de llegar a Moncloa, ya que no dispone de los apoyos necesarios.
Una vez concluida la ronda de consultas, a Felipe VI se le presentaba una difícil decisión. Ninguno de los dos bloques, ni el conservador ni el progresista, le había dado una respuesta definitiva de cara a formar Gobierno. Por un lado, la posible investidura de Pedro Sánchez depende de muchos partidos y no están atados; por otro, en la opción de que sea Alberto Núñez Feijóo el que llegue a la presidencia no salen las cuentas. En cualquier caso, y apoyado en las cifras que dejó el 23J, el jefe de Estado propuso al líder del Partido Popular que lo intentase, reto que el de Os Peares asume con gusto, pero sin verdaderas opciones de salir victorioso, al menos de momento.
El razonamiento de la Casa Real -podría haber dejado vacante la propuesta ante la falta de apoyos en los dos bloques- es que, como partido más votado y con más escaños en la Cámara, es al Partido Popular al que le corresponde intentar recabar los apoyos necesarios. Hoy son 172. Faltan cuatro. Y todo hace indicar que faltarán. Las demás fuerzas son reacias a permitir un gobierno del Partido Popular apoyado por la ultraderecha, aunque Vox ha dado su brazo a torcer y, después del batacazo electoral, no exige a Feijóo formar parte del Gobierno de España.
Pero ni con esa en el PP han arrancado algún voto a fuerzas como el PNV, que si bien en ocasiones pudo tener algún acercamiento con los populares, el apoyo explicito de la extrema derecha hace imposible que los nacionalistas vascos favorezcan un gobierno de derechas. De hecho, en el encuentro con el rey Felipe VI, Aitor Esteban le trasladó su no a Feijóo y dijo que tampoco garantizaba, al menos por ahora, el apoyo a Sánchez, pendiente de ver como avanzan las negociaciones entre su formación y los socialistas.
¿PUEDE GOBERNAR FEIJÓO?
Feijóo necesita o 176 votos a favor en primera votación o más síes que noes en segunda ronda. Sus opciones pasan por tránsfugas socialistas, contrarios a una gran alianza con los independentistas, o con seducir a alguna fuerza nacionalista, pero ni en el PSOE parece que vaya nadie a facilitar su investidura con una abstención -la oposición que ha hecho el PP en la última legislatura desde luego no parece inclinar esta posibilidad- ni entre los nacionalistas catalanes o vascos -solo con el voto del BNG no bastaría, y este es, si cabe, el más difícil de lograr- parece que nadie vaya a romper filas. Así las cosas, y pese al acercamiento entre PP y Vox, la investidura sigue estando muy muy lejos y Feijóo moriría en la orilla en su intento por llegar a la Moncloa.
El mejor ejemplo lo tuvimos la semana pasada con la formación de la Mesa del Congreso, órgano en el que los socialistas se impusieron al Partido Popular aupando a Francina Armengol a la presidencia del hemiciclo, logrando 178 votos, suficientes para una hipotética investidura.
Feijóo y Cuca Gamarra se sorprendieron al ver que su propuesta contaba con solo 139 votos, los suyos y los de Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria. Ni siquiera Vox apoyó la propuesta de Génova, que como respuesta los dejó fuera de la Mesa. Con todo, Feijóo iniciará el próximo lunes las negociaciones con los distintos grupos parlamentarios para intentar obrar el milagro.
Y SI NO, ¿QUÉ?
En cualquier caso, lo que han puesto en marcha el rey y su propuesta es el reloj a la investidura y a una hipotética repetición electoral, ya que si Feijóo no logra los apoyos en el debate de investidura iremos a una segunda ronda y, de no cristalizar esta, a una nueva llamada a las urnas.
Primeramente, hace falta una fecha para esta sesión de investidura de Feijóo, que tendrá que fijar Armengol en los próximos días. De no salir elegido un presidente en esa investidura, como se presupone en estos momentos, se establece un plazo de dos meses para negociar los apoyos, una nueva ronda de consultas de Felipe VI y un nuevo debate de investidura de ser posible. Si no, si nadie logra los apoyos necesarios, el rey disolverá las Cortes y se anunciará una nueva fecha para las elecciones generales, un supuesto que, según parece, no desea casi ninguna formación política, y una baza con la que juega Sánchez.
SÁNCHEZ, CONFIADO
La otra gran baza de Sánchez son los nacionalistas, reacios a negociar con Feijóo y a reunirse con el monarca. Su decisión de no acudir a la consulta hace que Felipe VI no tenga toda la información, más allá de la que le pueda trasladar el PSOE sobre los apoyos logrados hasta el momento, que por ahora no son suficientes. Todavía quedan muchas semanas de negociaciones entre los socialistas, Junts, PNV, EH Bildu, BNG y Esquerra Republicana, toda vez que el apoyo de Sumar, vistas las buenas relaciones que mantienen Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, se da por supuesto.
Desde Ferraz califican el intento de Feijóo como un "trámite de exhibición", dando por sentado que de ninguna manera logrará su objetivo. En el encuentro con Felipe VI, Sánchez afirmó que estaba en disposición de lograr los votos suficientes, aunque ahora no podía garantizarlos.
"Creemos estar en condiciones desde el PSOE de aunar el respaldo para la investidura, como quedó acreditado la semana pasada. Ofrecemos estabilidad política y económica para hacer frente a los desafíos del momento", dijo el presidente en funciones. El tiempo puede darle la razón, pero ahora la pelota está en el tejado de Feijóo, que puede dejar a Sánchez en fuera de juego, aunque es realmente difícil.
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