Entidades ecologistas se alían contra la eólica marina en las costas gallegas
Han asegurado que las investigaciones hasta la fecha todavía no aseguran la no afectación de le eólica marina a la biodiversidad, las aves y los fondos marinos
Los grupos que forman parte de Ecoloxistas en Acción Galiza y que suponen la gran mayoría de los existentes en la Comunidad —A Mariña, Lugo, Sarria-Monforte, Ancares, Terra Chá, Coruña Centro, Ártabra, Costa da Morte, Galego Transmontadano y Galiza Centro—, junto con el Comité pola Defensa das Rías Altas, la asociación Petón do Lobo, Cova Crea y la Plataforma Galega para a Defensa Animal e da Natureza, han firmado un acuerdo para impugar ante la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo la disposición del Consello de Ministros del Gobierno de España y el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo.
Estas entidades ecologistas, que preparan actualmente un informe técnico al respecto, informan que a día de hoy las investigaciones científicas nos garantizan la no afectación de la eólica marina a la biodiversidad, a las aves ni a los fondos marinos.
Desde Ecoloxistas en Acción aseguran que "ni la biodiversidad marina ni los impactos de la eólica marina están suficientemente investigados coo para comenzar a instalar la eólica marina en el litoral gallego". En paises del norte, que aseguran que tienen más experiencia que España en la implantación de la eólica marina, se están planteando aun ahora estudiar los problemas derivados de la acumulación de sedimentos en las aguas, que impiden que pase la luz y que se desarrollen las especies.
Los aerogeneradores marinos, denuncian "no solo modifican el régimen de los vientos sobre la superficie del mar, sino que se modifican las corriente y el transporte de los sedimentos del agua". Estos sedimentos en forma de estela generada por las corrientes de las turbinas están siendo objeto de estudio por parte de los científicos. Por ahora, afirman, se desconocen los efectos que pueden tener en el espacio marino.
"Faltan datos científicos sobre la distribución y la migración de algunas poblaciones de especies marinas y faltan datos científicos sobre los impactos nocivos de algunas actividades humanas sobre las especies marinas", advierten. Sin embargo, aseguran que las incidencias de animales varados y la muerte de especies de cetáceos han coincidido con el uso de solares activos de alta intensidad y frecuencia media.
"La dificultad de demostrar posibles impactos negativos de las perturbaciones acústicas sobre las especies marinas y sus presas requiere un enfoque cautelar en los casos en que tales impactos son probables", denuncian desde Ecoloxistas en Acción. "El ruido mecánico residual de la góndola es inevitable, por mucho que se depure el diseño de las palas".
Han indicado también que si existen razones para suponer que los efectos nocivos sobre la biota pueden estar causados por el ruido marino antropogénico, "la falta de una plena certeza científica no debe usarse como justificación para posponer medidas que impidan o que reduzcan en la mayor medida posible tales efectos".
Todavía no existen estudios, aunque pueden considerarse las posibles afectaciones de peces que son capaces de detectar infrasonidos a través de la línea lateral,
También se desconoce a día de hoy si los campos magnéticos pueden afectar a las turbinas eólicas e influir en los organismos marinos. Las especies electrosensibles como los elasmobranquios podrían verse afectadas, según afirman los ecologistas, por lo campos eléctricos generados por los campos marinos. Por su parte, el campo magnético afecta a moluscos, crustáceos, peces y mamíferos marinos que utilizan el campo magnético para orientarse a la hora de navegar.
Acción Ecoloxista ha concluido recalcando la importancia de la precaución en materia ambiental y hacer valer su prevalencia legal frente a la planificación territorial del especio marino, ya que la incertidumbre científica sobre los posibles impactos y sus consecuencias es todavía muy elevada.
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