Navantia logra que su nuevo motor para las fragatas supere el examen
Las fragatas F-110 de Navantia cuentan con un sistema de propulsión híbrido que combina motores diésel y eléctricos, optimizando eficiencia y versatilidad. Recientemente, el motor eléctrico y su convertidor de frecuencia superaron exitosamente pruebas de choque en Escocia, demostrando su resistencia en condiciones adversas. Estos motores deben ser compactos, energéticamente eficientes y operar silenciosamente para reducir la detectabilidad. Además, deben soportar vibraciones y golpes significativos sin comprometer su funcionamiento,.
El motor eléctrico y el convertidor que equiparán las nuevas fragatas F-110 de la Armada acaban de superan las pruebas de choque, con lo que la empresa naval pública Navantia obtiene luz verde para poder instalar en los barcos militares en el astillero de Ferrol este equipamiento.
¿Cómo debe ser el motor de un buque de guerra?
Las fragatas F-110 de Navantia incorporan un sistema de propulsión híbrido que combina motores diésel y eléctricos, optimizando así su eficiencia y versatilidad en diversas operaciones navales.
Los motores eléctricos en buques de guerra deben cumplir con requisitos específicos para garantizar un rendimiento óptimo. Es esencial que sean capaces de soportar vibraciones y golpes significativos sin comprometer su funcionamiento. Además, deben ser eficientes energéticamente, ofreciendo una alta relación potencia-peso y un diseño compacto que facilite su integración en espacios limitados.
La discreción acústica es otro factor crucial, ya que un funcionamiento silencioso reduce la detectabilidad del buque por sistemas de sonar enemigos. Asimismo, la flexibilidad en la disposición de los componentes del sistema de propulsión permite una mejor distribución del peso y contribuye a la supervivencia del buque en situaciones de combate.
Pruebas de los nuevos motores en Escocia
Fue el pasado 28 de noviembre cuando fueron completadas con éxito las pruebas de choque en barcaza, todo ello tras las pruebas de choque completadas en el mes de octubre para el diésel generador, el cuadro eléctrico principal y la purificadora de combustible, cuyos test completan todas las previstas a realizar en barcaza para los nuevos modelos de la Armada Española.
Las pruebas se volvieron a realizada en la barcaza 'Shock Test Vehicle STV02' que la empresa Thornton Tomasetti Defence Ltd (TTDL) utiliza para este tipo de trabajos en las instalaciones de Limehillock (Escocia).
Gracias al éxito de esta prueba se pone de manifiesto la capacidad de Navantia para la cualificación de los equipos del buque frente a los más exigentes niveles de supervivencia en combate y ratifica la capacidad de su proveedor Ingeteam para el diseño y fabricación de equipamiento eléctrico de propulsión naval, tanto convertidor de frecuencia como motor eléctrico, siendo estos capaces de soportar condiciones externas adversas, manteniendo las condiciones de operación requeridas.
El equipo de trabajo incluyó representantes de Navantia y Thornton Tomasetti Defence Ltd, así como de Ingeteam. También estuvieron presentes representantes del Ministerio de Defensa, de la Oficina del Programa F-110 de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y de la empresa norteamericana Element, que actúa como tercera parte de cara a Defensa, garantizando la correlación entre la prueba desarrollada en Escocia (normativa británica) y la que se desarrollaría en USA (normativa MIL).
Todos los equipos sometidos a las pruebas de choque en barcaza en Escocia fueron transportados por vía marítima y su regresado al astillero de Navantia en Ferrol, desde donde serán enviados a sus respectivas fábricas de origen para su reacondicionado y la realización de pruebas de fábrica adicionales.
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