Primer triunfo para los afectados de los motores Puretech: juzgados de Vigo admiten demandas a Stellantis
Afestel, la plataforma que engloba a miles de usuarios damnificados en España, celebra este primer paso para lograr las compensaciones por parte de Stellantis, que podrían superar el millón de euros.
No hay una cifra precisa, pero en toda Europa podemos estar hablando de 4 millones de afectados. Las ventas de los automóviles del Grupo Stellantis (antigua PSA y comercializadora de marcas como Opel, Critroën o Peugeot) de modelos con el motor Puretech solo en España se cuentan por decenas de miles, con coches matriculados desde 2014 en adelante. Un defecto de fabricación -o así lo entienden los damnificados- provoca un fallo devastador en el motor que lo inutiliza por el desgaste de la correa de transmisión, que bañada en aceite y mezclada con la gasolina se degrada a una velocidad mucho más alta de lo que debería, consumiendo una gran cantidad de aceite y provocando la obstrucción con las partes desgastadas de zonas del motor como la chupona o incluso afectando al sistema de frenado. Stellantis no reconoce tal fallo en la fabricación, pero ahora los juzgados consideran que tal vez la casa automovilística sí sea responsable de esta circunstancia.
PRIMERAS DEMANDAS
Y es que la Asociación de Afectados Stellantis (Afestel) presentó el pasado año las primeras 100 demandas contra Stellantis. El colectivo, integrado por más de 6.000 afectados y que no ha dejado de crecer en los últimos meses, ha celebrado distintas movilizaciones en ciudades como Madrid, Zaragoza, Barcelona, Sevilla o la propia Vigo, en aquellos rincones donde la compañía tiene algunas de sus fábricas y en donde se reunieron los perjudicados por los "motores pudretech", como los llaman, para exigir compensaciones a Stellantis.
Fue en los juzgados de la ciudad olívica donde se presentaron los primeros escritos y donde se han admitido a trámite, al menos, 15 de ellos en las últimas semanas. Con este primer paso se abre la vía judicial contra Stellantis, aunque la plataforma ha defendido siempre que la principal alternativa es llegar a un acuerdo con la compañía para que reconozca el defecto de fabricación y compense a los afectados por daños y perjuicios.
También en esta línea han sido especialmente críticos con el proceder de las marcas y los talleres oficiales, donde muchos conductores aseguran haber sido maltratados por el personal, que no les daba facilidades para solucionar este problema cuya reparación, solo para que el coche vuelva a funcionar, cuesta en torno a los 7.000 euros.
Si prospera este proceso judicial, la compensación de la compañía a sus clientes podría superar el millón de euros. "Es un paso positivo. Stellantis deberá reconocer el problema que tiene y empezar a responsabilizarse de los problemas que ha generado en las miles de personas que en su momento confiaron en sus marcas", expone Yerba Luca de Tena, presidente de Afestel que atendió a Galiciapress el pasado mes de diciembre, cuando pidió a las administraciones públicas que se pronunciasen en defensa de los usuarios.
"Lo que tendrían que haber hecho desde el principio, como hicieron otras marcas, es retirar el producto del mercado, compensar a las personas afectadas y se acabó, no hubiera pasado nada. Pero no se responsabilizan y al final están manchando su imagen", criticaba entonces el presidente del colectivo, que espera que para finales de este mes se conozcan las primeras citaciones de manera individualizada para acudir a los encuentros de conciliación con el fabricante, donde se podría llegar a acuerdos de compensación.
El defecto de los motores fue reconocido por la propia Comisión Europea, que promulgó una alerta, la A12/01505/20, donde advertía que "la bomba de vacío de estos vehículos puede dañarse debido al material procedente de la abrasión de la correa dentada". "Como resultado, la asistencia de frenado podrían reducirse o perderse, aumentando el riesgo de accidente", abundaban.
"UNA BASURA"
Galiciapress ha hablado con varios afectados que declaran que tienen que viajar con bidones de aceite en el maletero para poder mantener el coche en funcionamiento o que incluso han tenido que recurrir al alquiler de otros vehículos para desplazamientos largos porque de su coche, ese por el que pagaron miles de euros en su día y que tenía un motor premiado por el mundo del automóvil, no les resulta fiable.
"Me da miedo utilizar el vehículo e irme fuera de mi ciudad ya que no me da más que problemas. Siempre se enciende algún testigo luminoso", reconocía una afectada. Desde los talleres mecánicos tampoco dudan a la hora de calificar los motores Puretech como "una basura".
"Con la correa bañada en aceite hay que ir cambiándolo cada 20.000 o 30.000 kilómetros, hay que sacar el carter, limpiarla chupona de aceite, quitarla, ponerla… Se rompe la correa y te revienta el motor, o se tapona la chupona, pierde la presión de aceite y se jode el motor. Están dando muchos problemas, pero muchos", manifestaba uno de los mecánicos consultados por este diario.
UN CASO ÚNICO A NIVEL MUNDIAL
Christian Díaz, del bufete Abogados y Consultores, ha sido el encargado de llevar las negociaciones con la compañía y de articular todos estos procesos, sin descartar incluso formular una demanda conjunta con otra asociación de afectados francesa, haciendo de este un conflicto internacional, que ya lo es por los miles de afectados repartidos por todo el continente. En cualquier caso, Díaz insiste en que todos los afectados deben primero ponerse en contacto con Afestel -o por medio del mail info@puretechlegal.com- para incorporarse a la organización y poder formar parte del proceso judicial.
Díaz, experto en este tipo de pleitos, asegura que no existe ningún caso así en el mundo, pero admite que existen complicaciones ya que "al no tener todos los coches el mismo mantenimiento" resulta imposible "homogeneizar el perfil del demandante". De cualquier manera, recuerda: "Todo debe acreditarse. Todas las facturas y demás documentación debe incorporarse en el informe de cada caso. Hay quien tiene todo, pero otros afectados no tienen nada. Para eso hay que encuadrar cada caso en su categoría correspondiente".
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