Viaqua celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con un webinar desde la Antártida

Cuando pensamos en agua dulce, lo natural es que el último lugar en la tierra que nos venga a la cabeza sea la Antártida. Sin embargo, es la mayor reserva de este bien tan preciado y escaso. Desde allí, y con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Viaqua celebrará un webinar con Belén Rosado, matemática y experta en geodesia.
 

Con esta experiencia Viaqua intenta hacer un llamamiento a todas las jóvenes de Educación Primaria para que apuesten por vocaciones científicas. Hoy  las mujeres representan tan solo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación.

A través de la Fundación Aquae, y dentro del programa educativo Aquae STEM que se realiza en siete centros educativos gallegos y en 50 a nivel nacional, Viaqua trata de introducir a muchas niñas en el mundo de la ciencia y conocer la labor que muchas profesionales desempeñan en el día a día, a fin de acercarles referentes femeninos. 

“UNA EXPERIENCIA ÚNICA”

En el caso de la gaditana Belén Rosado, su desempeño la ha llevado al lugar más frío del planeta para “escuchar cómo respira un volcán”. Su formación y su doctorado con una tesis sobre modelos matemáticos de deformación de la isla volcánica de Decepción (Antártida) en 2014 la llevaron hasta este continente, donde suma ya ocho campañas en la base española Gabriel de Castilla. 
 

“La isla Decepción es un volcán activo cuyo último proceso eruptivo fue de 1967 a 1970, y por eso, cada año, realizamos la vigilancia volcánica. Mi labor se centra en el estudio de la actividad volcánica desde el punto de vista de la deformación, es decir, cuánto se desplaza el volcán, si se expande o contrae. Esto se lleva a cabo a través de GPS muy sofisticados que garantizan precisiones de milímetros” explica. 
 

Aunque dura, la experiencia de la Antártida es una fuente inagotable de inspiración: “Ir a trabajar cada día caminando por una isla volcánica y encontrar a pingüinos andando por la playa, o que de repente salga un lobo marino del agua; es una experiencia única e inolvidable que nos hace tomar conciencia de lo pequeños que somos, pero de las cosas tan grandes que podemos hacer”.