Ni la caza libre ni las jaulas frenan la plaga de jabalíes en Galicia, cada vez más peligrosa
Cada día hay unos diez atropellos a jabalíes en Galicia, como el que mató a dos jóvenes en Chantada este mes. Ahora, en otoño, es cuando hay más. Las medidas adoptadas estos años han demostrado tener una eficacia modesta. La raíz de fondo es el despoblamiento rural. La misma clave que, por cierto, explica las olas de incendios y la expansión del lobo.
La Xunta intenta poner el foco del problema de proliferación de jabalíes en los ayuntamientos. La conselleira de Medio Ambiente relaciona los continuos episodios de jabalíes paseando por ciudades y villas con la falta de limpieza de los montes cercanos a las poblaciones.
“Pedimos a los ayuntamientos la limpieza de las zonas urbanas y periurbanas para que no haya encames en las propias ciudades y villas, que los está habiendo", dijo Ángeles Vázquez.
Con todo, hay que recordar que la caza es competencia de la Xunta y es la medida de control más eficaz en teoría. Cada temporada se abaten docenas de miles de jabalíes en las batidas.
Eso sí, sería miope centrar el problema en la regulación de la caza o en la falta de desbroce de algunas zonas. El problema de la expansión del jabalí, como la tensión social causada por la expansión del lobo, nace de un ecosistema rural desequilibrado ante la despoblación humana y la proliferación de grandes masas de monocultivos, como maíz o eucaliptos.
EL LOBO NO ES LA SOLUCIÓN
El abandono del medio rural ha dejado a los jabalíes sin su principal competidor por los recursos alimenticios. Los campos abandonados proporcionan a los jabalíes refugio y lugares para criar.
La falta de personas ha librado a los cerdos salvajes de su principal depredador, el hombre. El lobo ibérico es el principal depredador salvaje del jabalí en nuestros montes, pero los lobos prefieren otras presas, como ganado o corzos. Son menos peligrosas y aportan más calorías.
Hay que tener en cuenta también que los jabalíes son animales muy prolíficos, y pueden tener varias camadas al año. Esto es uno de los factores que ha contribuido a su proliferación en las últimas décadas.
HABRÁ MÁS ACCIDENTES ESTE OTOÑO
La combinación de estos factores ha provocado un aumento significativo de la población de jabalíes en los últimos años y, por lo tanto, de los accidentes de tráfico causados por estos mamíferos.
En 2022, en Galicia se reportaron casi 10 atropellos diarios. Fueron 3.585 colisiones con jabalíes. El número sigue aumentando año tras año, pese a las medidas adoptadas. A nivel estatal, el incremento entre 2021 y 2022 fue de un espectacular 44%.
El VI Informe del Centro de Estudios y Opinión Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial de 2022 señala que es el animal más peligroso para los conductores. En concreto, dice que provoca el 45% de los accidentes con animales en la carretera en España, el 64% en Galicia.
Los datos varían por autonomías. En Galicia y Cataluña es el jabalí el protagonista de más accidentes. En 2022, en Galicia el jabalí causó el 64% de los atropellos, los perros el 14% y los corzos el 11%.
El estudio destaca que el otoño es la época con más incidentes. Los jabalíes pueden reproducirse a lo largo de todo el año, pero la época de cría principal se produce en otoño, entre los meses de septiembre y diciembre. En esos meses los adultos pueden estar en celo, con más desplazamientos.
Las hembras de jabalí suelen tener una camada de entre 2 y 12 crías, aunque lo más habitual es que tengan entre 4 y 6. Los partos suelen producirse entre febrero y abril. Las crías, llamadas rayones, permanecen con su madre durante unos 4 meses, hasta que se independizan a principio del otoño, lo que contribuye al aumento de atropellos.
Según los datos del citado estudio, las cuatro provincias gallegas están entre las siete provincias con más accidentes causados por fauna salvaje. Solo Burgos supera a Ourense y A Coruña. Solo Castilla León supera a Galicia en el ranking autonómico.
¿CÓMO FUNCIONAN LAS JAULAS PARA JABALÍES?
La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, lleva un par de años con instalaciones de jaulas de captura en zonas urbanas y periurbanas. Las jaulas pueden ser útiles para zonas que, por su proximidad a viviendas, resultan peligrosas para autorizar batidas. Sin embargo, nadie puede esperar que las jaulas sean la solución.
La primera ciudad gallega en instalar jaulas para capturar jabalíes fue Ferrol, en agosto de 2022. El Concello de Ferrol colocó dos jaulas, una de grandes dimensiones para atrapar manadas, y otra individual para la captura de ejemplares solitarios aislados.
Las jaulas son trampas metálicas que se colocan en lugares estratégicos, como zonas de paso de jabalíes o en zonas donde se han producido daños por jabalíes. Las jaulas contienen un cebo para atraer a los jabalíes, y están equipadas con un sistema de cierre que evita que los animales escapen. Las jaulas no causan ningún daño a los jabalíes, y permiten su posterior traslado a zonas más adecuadas.
Jaulas, batidas, desbroces son medidas paliativas. Ninguna de ellas por si sola servirá para acabar con el serio problema para la seguridad vial que suponen los jabalíes en Galicia.
Por ejemplo, la Xunta ya ha declarado en varias ocasiones emergencias cinegéticas. En estas comarcas se permitió abatir o capturar, sin límite de ejemplares, jabalís de ambos sexos, prioritariamente hembras adultas y subadultas de cualquier edad. Esto permite abatir crías y hembras sucesivas de crías siempre y cuando haya una autorización especial previa de la Dirección General de Patrimonio Natural. La Administración alegó que en la primera emergencia se consiguió reducir el número de avisos por daños por jabalíes en la siguiente temporada. Con todo, estas épocas de cacería casi libre son inviables de aplicar en los entornos urbanos.
La cuestión de fondo sigue siendo un ecosistema desequilibrado, un rural donde cada vez hay menos humanos y, a la vez, proliferan zonas de grandes monocultivos, como el maíz, donde se ceban estos mamíferos.
Curiosamente, la transformación de áreas rurales próximas a las ciudades en hábitats semiurbanos puede crear entornos propicios para los jabalíes, ya que pueden encontrar alimento y refugio en estas áreas. La basura humana es uno de sus alimentos.
En el rural, los daños de los jabalíes en los cultivos son cada vez mayores. Sindicatos como Unións Agrarias llevan años reclamando cambios legales, tanto en la regulación de la caza como en la de los daños. A diferencia de los provocados por lobos, nadie paga por los destrozos de los cerdos salvajes.
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