Vigilantes de GFS pasan a Securitas para asegurar el hospital del Sergas en Ourense, el CHUO
GFS Security lleva años empantanada con acusaciones de impagos a los trabajadores hasta tal punto que algunas administraciones empiezan a rescindir los contratos. Un paso que el sindicato CIG indica que deben dar también otros clientes importantes del sector privado.
La situación en GFS Security es tan mala que ha quebrado y no puede pagar los salarios de sus empleados. Así lo afirma el sindicato nacionalista CIG.
Como prueba, la central indica que hay administraciones que han empezado a rescindirle contratos para dárselos a otras empresas, conservando a los vigilantes de seguridad subrrogados. A partir de esta semana, los trabajadores que prestan sus servicios en el hospital de Ourense comenzarán a trabajar para la empresa Securitas, citan.
A los sindicalistas les parece mal que otros clientes de GFS Security todavía no hayan emprendido el mismo camino que el SERGAS de Ourense. En concreto citan al Grupo Tojeiro. La compañía coruñesa es uno de los principales clientes.
La CIG le reconoce a Tojeiro que empezó a pagar de su bolsillo parte de los atrasos que arrastran los vigilantes. Sin embargo, esto le parece un parche.
En su opinión, la solución pasa por contratar empresas que demuestren solvencia y que "no necesiten falsificar certificados para aparentarlo". De lo contrario, los conflictos en esta compañía y en otras donde presta sus servicios GFS Security volverán a producirse.
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