CC.OO. responde a los carteles de "Se busca camarero para Semana Santa": "No faltan camareros, sobran explotadores"
Mientras la patronal sostiene que no hay personal cualificado para cubrir los puestos libres, los sindicatos reclaman mejoras en las condiciones laborales y salariales para hacer más atractivo el sector y evitar la fuga de profesionales.
El pasado martes España amaneció con unos datos del paro que fueron un soplo de aire fresco para muchas personas, sobre todo para aquellas que siguen buscando trabajo y que lo ven más cerca porque, como se dice por aquí, “haberlo hailo”. Pocos pusieron en duda que las cifras del mes de marzo eran extraordinarias y que aventuran unos meses prometedores, especialmente ahora que prácticamente nos adentramos en la temporada alta del turismo en un año que, esta vez sí, es postpandemia de pies a cabeza. En Galicia los guarismos son tan buenos que incluso son inéditos, con una caída en el último mes que supera el 1,5% -por encima del 7,5% en lo que va de año-, con bajadas especialmente significativas entre las mujeres y por sectores en el de los servicios.
Es en este punto en el sector terciario donde hay que poner el foco, porque muchos hosteleros antes de Semana Santa ponían en sus cristaleras carteles buscando manos para reforzar sus plantillas en época estival. Hay manos, hay demandantes de empleo, pero el sector se ha dado de bruces con dos realidades: la primera, que el personal cualificado no abunda; la segunda, que nadie quiere cobrar “a la antigua”.
CAMBIO DE PARADIGMA
Aquello de “de tal hora a cierre” ha dejado de ser admisible para los camareros y camareras que, después de la crisis provocada por la pandemia, se han puesto en pie de guerra y decididos a “romper con el antiguo régimen”. Horarios justos y trabajo estable es lo que demandan los trabajadores, que ya no parecen dispuestos a aguantar jornadas maratonianas, sin contrato y con la precariedad por bandera.
Así lo trasladan desde Comisiones Obreras, que desde su área de Servicios recuerdan que “más de 70.000 personas han abandonado la profesión”. Estos profesionales de la hostelería se vieron abocados, ante las restricciones y cierres de negocios, a reinventarse en otros sectores, donde encontraron la estabilidad y las mejoras sociales y económicas que no encontraban detrás de la barra, llevando bandejas o entre los fogones.
El sindicato reafirma que el problema no es que en España “falte personal para trabajar en hostelería”, sino que lo que echan en falta son “condiciones dignas y mejores salarios”. “Hay suficiente cualificada mano de obra en el sector”, argumentan, al tiempo que recalcan que las excusas de la patronal son resultado de “la precariedad, los bajos salarios y las deficientes condiciones laborales”.
En esta línea, no dudan en calificar a la “mano de obra barata” a la que recurren muchos hosteleros como “esclava”, al ser en muchos casos trabajadores inmigrantes o en condiciones de desigualdad. “Personal para trabajar hay, pero es necesario que se le ofrezca seguridad laboral y buenas condiciones salariales y de trabajo”, reiteran sobre un sector en el que “sobran explotadores”.
Desde CC.OO. esgrimen las cifras de la Seguridad Social, donde se visualiza un aumento de 201.954 empleos más con respecto al año anterior y que las únicas ofertas de empleo que no se cubren son las que tienen “condiciones inaceptables y en muchos casos fraudulentas”. De igual manera, insisten en la necesidad de desbloquear las negociaciones de los convenios que siguen sin renovarse, como ocurre en la provincia de Pontevedra, donde la CIG podría hacer pronto una llamada a la huelga para presionar a la patronal.
FORMACIÓN E INVERSIONES
Por otra banda, está la cuestión de la “falta de personal cualificado”, algo que los empresarios llevan años denunciando, recurriendo a los centros de hostelería para contratar a las últimas promociones. No obstante, desde CC.OO. sugieren que los empresarios deberían “invertir en condiciones de trabajo dignas y en formación” para hacer frente a este inconveniente.
A renglón seguido, desde Comisiones tienen en cuenta otros factores, que van desde la inflación hasta los alquileres. “Un grave problema añadido a la falta de personal en hostelería en algunas zonas turísticas, es la acuciante falta de viviendas y el encarecimiento de los precios de alquileres, lo que provoca que, en muchos casos, más de la mitad de salario se va en el pago del alquiler de una habitación. Por lo tanto, estos son problemas que las patronales deben asumir si quieren que las personas que se desplazan en verano de unas comunidades a otras; y lo mismo ocurriría a los trabajadores que vinieran de otros países”.
Empleo estable -un aspecto corregido parcialmente por la Reforma Laboral y la caída de la temporalidad y la parcialidad en favor del empleo indefinido y a tiempo completo- y adoptar medidas para que los sectores ligados a la hostelería y el turismo resulten “atractivos para los jóvenes” con la formación adecuada son otros aspectos “prioritarios” para que los hosteleros no tengan que verse sin camareros en Semana Santa o durante el resto del año.
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