El gallego Nico González se hace con los mandos del City antes de su primer derbi de Manchester

Apenas han pasado dos meses desde la llegada de Nico González al Manchester City, pero el juego de los de Guardiola ya lleva la manufactura del gallego. El ex de Oporto y Barcelona se ha hecho con la manija del cuadro mancuniano y, pese a no ser ser suficiente su aportación para pasar de ronadaen Champions -sufrió una lesión nada más debutar que le impidió participar en la ida contra el Madrid, aunque hizo el gol de los suyos en el Bernabéu- o remontar el vuelo en la Premier -las derrotas ante Liverpool o Nottingham Forest han alejado al City incluso de la Champions-, su concurso en el conjunto celeste se antoja esencial para clasificarse en la Copa de Europa, alcanzar la final de la FA Cup y quién sabe si dar un golpe en la mesa en el Mundial de Clubes de junio.

UN VIEJO CONOCIDO...

Ante tres meses claves en su progresión y asumiendo la responsabilidad de ser el nuevo Rodri y todo lo que ello conlleva al sustituir a todo un Balón de Oro, Nico tiene un primer reto este domingo al vivir su primer derbi de Manchester, un duelo con dos equipos en horas bajas pero que pilla a los diablos rojos todavía más deprimidos en la clasifiación, perdidos en 13ª posición y a 14 puntos del City, hoy 5º en la tabla. 

Con la visita a Old Trafford a la vuelta de la esquina, el coruñés se enfrenta a una jornada histórica en el fútbol inglés, pero recuerda para los medios del club que, desde que arribó al Etihad, "no ha habido ningún partido sencillo, ni ningún rival asequible". "Me he adaptado bien, estoy a mi nivel y me siento muy a gusto del equipo", subrayó Nico, que dijo tener "muchísimas ganas del primer derbi". 

"Es un partido muy emocionante contra un equipo que, a pesar de que si miras la clasificación no es de los primeros, es un equipazo", indicó el hijo de Fran. Sin embargo, este no será el primer enfrentamiento del curso contra el United, contra el que se midió en Europa League cuando jugaba con el Oporto. Los lisboetas recibieron en O Dragao a un equipo muy distinto al de Rúben Amorim, siendo Erik ten Hag el inquilino del banquillo red.

En aquel cruce, el Oporto remontó un 0-2 a los 20 minutos de juego y llegó a ponerse 3-2, pero Maguire, en el añadido, hizo el 3-3 definitivo. No obstante, al que sí conoce bien es al nuevo técnico del archienemigo del City, Amorim, al que le arrebató una Copa y una Supercopa de Portugal cuando dirigía al Sporting. 

"Es un entrenador al que ya me he enfrentado varias veces y un equipo súper competitivo. Un partido súper complicado y que nos va exigir lo máximo", definió el centrocampista, que considera el del domingo "un partido clave para el equipo y para los aficionados". "Ojalá nos llevemos la victoria", confía el gallego, el nuevo mariscal del City de Guardiola.