Los responsables de la candidatura de España al Mundial 2030, las primeras "víctimas" de Louzán en la RFEF

Días frenéticos en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El desembarco de Rafael Louzán al despacho principal de la RFEF ha provocado un terremoto en el organismo con una serie de entradas y salidas que responden a los cambios que tenía en mente el ya ex presidente de la RFGF. Los primeros damnificados han sido los impulsores de la candidatura que, a la postre, trajo el Mundial 2030 a la península casi un siglo después de España 1982 y que se organizará con Portugal y Marruecos, además del estreno en Uruguay, Paraguay y Argentina. 

FIGURAS DE PESO Y LARGA TRAYECTORIA

Aunque han sido muchas las "cabezas que han rodado" en la RFEF, lo cierto es que en su mayoría los cambios responden a cuestiones organizativas y que, por así decirlo, podrían verse venir. Es el caso de Fernando Sanz, tal vez el nombre más relevante de esta serie de ceses, que con Jorge Mowinkel, otro que abandona la RFEF, encabezó la candidatura de España para que la FIFA seleccionase al país como anfitrión de la próxima Copa del Mundo. 

Sanz, ex jugador del Real Madrid y Málaga, equipo que también presidió, era uno de los rostros más reconocibles de este proyecto y ahora, como otros nombres dentro del programa mundialista, queda fuera de los siguientes pasos a dar, claves para la organización del Mundial dentro de cinco años. María Tato es otra de las figuras que podría verse perjudicada por la llegada de Louzán, que ha ido finiquitando contratos en los últimos días. 

En cualquier caso, desde la Federación insisten en que muchos de esos cargos quedan extinguidos una vez que la FIFA proclamó a España como sede, ya que será esta entidad la que tome las riendas en muchos aspectos relativos a la organización del campeonato. No obstante, muchos de estos despidos no tienen solo que ver con el certamen mundialista. 

Chema Timón, Carlos Nadal, Pep Sansó, Venancio López, Israel López o Elvira Andrés son otros miembros de la RFEF que, tal y como apunta Relevo, han dejado sus cargos ya sea mediante burofax o por el abono del finiquito, sin explicación previa de los motivos que han llevado a la nueva cúpula del fútbol nacional a prescindir de ellos y extinguir sus contratos, pese a que algunos llevaban más de tres lustros ligados a la RFEF.