Miguel Rodríguez se afianza en el equipo revelación de la Eredivisie con su "Erasmus" en el Utrecht
El futbolista de Redondela gana peso en el Utrecht, que pelea por los puestos de Champions en los Países Bajos.
En el historial de cesiones del Celta de Vigo el país de los tulipanes ocupa un lugar destacado. En los últimos años la Eredivisie ha protagonizado operaciones como las de Lobete o Fontán, que encontraron acomodo en los Países Bajos para tratar de foguearse y ganar los minutos que no les concedía la escuadra celeste. Esta temporada hay un nuevo nombre que sumar a esta relación con la liga neerlandesa, lugar propicio para ganar experiencia al ser un campeonato de primer nivel europeo pero lleno de talentos jóvenes que están en proceso de dar el salto a una liga un peldaño por encima de la holandesa. Se trata de Miguel Rodríguez, una promesa eterna de A Madroa que ahora, con 21 años, parece haber encontrado su lugar para brillar en la élite.
SIN SITIO EN BALAÍDOS
El de Rodríguez ha sido un caso particular, ya que desde hace años lleva siendo uno de los nombres propios durante los veranos en A Sede. Cada año parecía que iba a ser el definitivo, en el que este atacante daría el salto al primer equipo de manera definitiva y se asentaría como referencia del Celta.
Sin embargo, y pese a haber debutado en la temporada 20/21, el canterano nunca logró hacerse un hueco y la temporada pasada participó en 15 partidos, siendo este su curso con más presencias, aunque tanto Benítez como Giraldez le concedieron "minutos de la basura" en la mayoría de casos: en un tercio de esos partidos jugó 5 minutos o menos; en el 60% de las ocasiones solo acumuló 12 minutos de juego en su hoja de servicio.
Considerado siempre como un gran talento, parecía estancarse su carrera justo en el momento en el que ya es demasiado mayor como para seguir operando en el B pero no lo suficientemente adulto como para asegurarse el hueco en el primer equipo. Es en estas que en verano apareció el Utrecht y firmó su cesión.
NUEVO RUMBO
A diferencia de experiencias pasadas -como la vivida el curso pasado por otro gallego, Hugo Novoa, que encontró en los rojiblancos un equipo irregular y poco consistente, lo que frenó su progresión-, el equipo que comanda Ron Jans está cuajando una primera mitad de campeonato sobresaliente, con 31 puntos en trece partidos, lo que lo deja a ocho del liderato del imparable PSV -que superó al propio Utrecht este fin de semana con un contundente 2-5 en el luminoso-, pero solo a un punto del Ajax, que ocupa la segunda posición.
Metido de lleno en la zona noble de la tabla, este equipo ha encontrado en Rodríguez a un futbolista importante. Pese a jugar primero con el equipo B, pronto se ganó el rol de titular y el de Redondela ha sido parte del once en tres de los cuatro choques disputados en noviembre, donde incluso anotó ante el Sparta de Rotterdam, la última vez que entró como refresco. A esto hay que añadir una asistencia en liga y un gol en Copa, por lo que su nota durante la cesión está siendo bastante alta.
En solo nueve partidos, suma ya prácticamente los mismos minutos que en los 15 jugados el año pasado en liga. Poco a poco, a base de trabajo y esfuerzo, Rodríguez se abre paso en el fútbol profesional y demuestra que puede llegar a ser un activo importante para el Celta de Vigo, que sigue su con atención su progresión y confiando en que este sea, sí que sí, el año de su consagración.
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