Riazor abre este viernes a las 15 horas la capilla ardiente para despedir a Arsenio Iglesias
El deportivisimo despedirá en masa a uno de sus mayores referentes y un técnico considerado como un padre para la afición.
El fallecimiento de Arsenio Iglesias ha golpeado A Coruña de una forma similar al terremoto que sacudió Buenos Aires y Nápoles el día que se supo de la muerte de Diego Armando Maradona. El técnico y exfutbolista gallego era venerado en la ciudad herculina de una forma similar a la del diez argentina, con una mística propia, de esa que conceden las meigas a unos pocos elegidos y que los hacen inmortales.
A los 92 años Arsenio Iglesias deja un hueco insustituible en el deportivismo, que pierde a un padre, a un abuelo y a un referente dentro y fuera de la cancha. Artífice del SuperDépor y del "primer título" conquistado por los blanquiazules -hace unas pocas semanas se reconoció como oficial un título ganado a principios del S.XX-, la Copa del Rey de 1995.
La marea deportivista rendirá tributo a su técnico a partir de las 15 horas de este viernes en el Estadio de Riazor, el coliseo donde tantas alegrías brindó a la platea y en donde tanto cariño recibió por parte de una bancada que aún hoy corea su nombre a la mínima oportunidad que se le presenta, donde se abrirá la capilla ardiente. Ya son muchos los que han ido hoy a su busto a darle un último adiós al Bruxo de Arteixo.
La figura de Arsenio trasciende más allá de los límites municipales coruñeses, hasta el punto de que la Federación Gallega de Fútbol anunció que se guardará un minuto de silencio en su memoria del exseleccionador gallego en los partidos previstos a nivel autonómico. También en el Pazo de María Pita la corporación municipal guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de un ciudadano ilustre de la ciudad e hijo adoptivo desde 2020.
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