(VÍDEOS) Miguel Montero, bombero muradano rescatista en Turquía: "Salvamos a tres personas; aquello era un caos"

De vuelta a casa después de varios días en Turquía operando en las labores de rescate tras el terremoto que azotó al país y a Siria, el gallego Miguel Montero atiende a Galiciapress para contarnos su experiencia.

Son muchas las necesidades de la población afectada por el temblor, que dejó miles de cuerpos sepultados bajo las infraestructuras que no aguantaron el seísmo. Montero y sus compñaeros de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias lograron recuperar de entre los escombros a tres personas con vida. 

En Galicia, como delegado de IAE en la comunidad, Montero trata de alcanzar acuerdos con las administraciones gallegas para que los perros de rescate de la ONG puedan participar en otros operativos de búsqueda. 

Miguel Montero lleva ya una década como bombero, pero ni todos los años de experiencia lo podían preparar para el horror que vivió este febrero. “Las imágenes que vemos por televisión no hacen justicia. A nuestra llegada aquello era un caos absoluto. Eran demasiados, edificios, demasiada gente con problemas…”. Montero acaba de llegar de Turquía, donde ha participado en el operativo de búsqueda y rescate de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias, a la que pertenece y con la que se desplazó a Adiyaman, donde buscó alguna esperanza entre las centenares de viviendas que no resistieron el seísmo que se cobró más de 22.000 vidas, muchas de las cuales todavía permanecen debajo de los escombros. 

Ya de vuelta en Muros, su casa, Montero trata de volver a la rutina después de una experiencia tan dura que para la ONG no es algo nuevo después de 20 años de trabajo de ayuda internacional y humanitaria. “IAE ha estado en Haití, en Nepal, en el anterior terremoto de Turquía…”, recopila Montero entre la docena de salidas internacionales en las que ha estado presente la organización, ayudando a la localización y rescate de las víctimas atrapadas en estructuras colapsadas. 
 

Superada esa fase, una vez que ha transcurrido el tiempo en el que se puede salvar a los afectados, la ONG participa en las tareas de ayuda humanitaria. Ahora los esfuerzos se centran en atender las necesidades de todas esas personas que se han quedado sin hogar en pleno invierno, con temperaturas por debajo de los 0ºC. “Reunían la madera que podían y encendían hogueras en las aceras para combatir el frío”, comenta Montero.

Ante este panorama, el Gobierno de Turquía solicitó a IAE la gestión de la ayuda humanitaria, para lo que precisan desde tiendas de campaña hasta guantes, pasando por sacos de dormir, colchones, hospitales de campaña, generadores eléctricos, mantas, calefactores o cocinas de gas. Desde la ONG están negociando con diferentes instituciones públicas “que se comprometen a la compra, entrega y desplazamiento hasta el aeropuerto de Madrid”. 
 

Lo más difícil hoy es enviar todos esos recursos, por lo que en la ONG no pueden comprometerse a recibir el material persona a persona. “La mejor manera de colaborar sería económicamente, con donaciones a la ONG que es la que gestiona los desplazamientos”, razona Montero. 

TRES RESCATES

En ese sentido, los recursos de los equipos de asistencia también eran limitados, ya que la Unidad de Rescate Internacional de IAE “es totalmente autónoma”. “Te desplazas desde España al punto del rescate con un campamento: tiendas de campaña, puesto de mando, herramientas de perforación, perros de rescate… Todo para unos 10 o 12 días”, explica Montero, que en ese tiempo pudo salvar a tres personas.
 

“Nada más llegar nos avisan de un muchacho de 26 años atrapado por una estructura. Logramos hacer un acceso y en poco más de una hora logramos liberarlo y sacar a esa persona con vida".

"Dos días después localizamos a un padre y su hija. El rescate nos llevó seis horas de perforación, fue muy complicado”, recuerda el bombero de Muros. 
 

En Galicia la ONG está presente desde hace relativamente poco, sumándose a la delegación de Melilla y la unidad de Valencia. La unidad canina gallega todavía no puede participar en esta clase de dispositivos, ya que está siendo adiestrada en estos momentos. “Lo nuestro no es solo la ayuda internacional, sino también la búsqueda y rescate de personas desaparecidas en el monte u otros ecosistemas”.

Hasta Adiyaman se desplazaron los perros de la unidad valenciana, que son uno de los principales valores del operativo, pero no el único. En primer lugar se recurre al “silencio y escucha”, que es alertar a voz en grito de la presencia de los equipos de rescate entre los escombros y permanecer en silencio, por si hay una respuesta. 

“El recurso de los perros es muy valioso. Su olfato es infinitamente superior al nuestro y están entrenados para localizar el olor de los supervivientes entre los escombros”, agrega Montero. También los sensores acústicos de los que disponen los equipos de emergencias son fundamentales para poder localizar a los afectados. Sin embargo, los perros cuentan con ciertas “limitaciones”, ya que en situaciones tan excepcionales como estas los equipos echan muchas horas olfateando en distintas zonas “y al final los perros se saturan, evidentemente”. 
 

“UNA UNIDAD MULTIDISCIPLINAR”

Los perros de la unidad de Padrón son “de rastro y de batida de grandes áreas”. “Dependiendo del tipo de trabajo van mejores unos perros que otros. Para el rastro son especialmente buenos los sabuesos, los perros de caza, pero también los pastores y labradores en grandes áreas y entre los escombros” argumenta.

Con esta experiencia, Montero proyecta avanzar en los próximos meses en el objetivo de la 'IAE RESCUE' de Padrón, que es poder "integrar a IAE Galicia dentro de los equipos movilizables para colaborar con la búsqueda de víctimas en derrumbamientos y personas desaparecidas". Todavía pendientes de celebrar distintas reuniones con concellos de cara a alcanzar convenios para las labores de búsqueda, el diálogo hasta ahora ha sido “muy positivo”, pero Montero admite que está “retrasando un poquito” este proceso.
 

“Quiero tener un grupo multidisciplinar en cualquier tipo de situaciones. Estamos trabajando con el entrenamiento entre escombros, donde estamos todavía algo verdes. A ver si a lo largo del año podemos seguir charlando con las administraciones públicas para aportar el trabajo y la experiencia de la ONG”, concluye el bombero.