La presidenta del Parlament corta la Meridina y no sucede nada

Según el Secretario Genera ONU, el estado de derecho puede definirse como "un principio de gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos”.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs /@EP

Nos han explicado y nos han enseñado que todos los ciudadanos tienen que respetar la ley, pero los cargos públicos amén de cumplirla, como cualquier ciudadano de a pie, deben hacerlo de forma ejemplar. Algo que es obvio que no siempre se cumple, ejemplo de que se creen por encima de todo. Son los “demócratas” de boquilla.

Uno de los ejemplos de “demócratas de boquilla”, lo tenemos en la persona de la segunda autoridad de Catalunya: la presidenta del Parlamentent, Laura Borràs, que cada dos por tres ha puesto de manifiesto que solo respeta las leyes que le benefician y se salta las que no le convienen. Buena manera de dar ejemplo de una servidora pública.

Laura Borrás, la independentista “extrema”, lleva los últimos días -es habitual en ella- siendo noticia por: por la polémica retirada del escaño al diputado de la CUP Pau Juvillà, que tantas críticas ha recibido de los grupos de la oposición. Ella para sacarse el problema de encima, le echa la culpa de lo sucedido a los funcionarios. Ella, como siempre, no tiene nada que ver en todo este triste y lamentable suceso que deja en muy mal lugar a la presidenta, que en lugar de cumplir con sus funciones está siempre haciendo de oposición, incluso con el partido que comparte el gobierno de Catalunya.

La penúltima barbaridad de Borràs, es presentarse en la manifestación-corte de la Meridiana que tanto están perjudicando a los vecinos y a los cientos de conductores que cada día utilizan esta vía de entrada a la ciudad. Hizo acto de presencia, pese a estar prohibido el corte de la vía por parte de la Conselleria de Interior y por el propio Ayuntamiento de Barcelona. Se presentó allí para solidarizarse con los manifestantes independentistas y despreciar a los vecinos que sufren las consecuencias de los manifestantes. Ella solo está para lo que está: montar follones, con el fin de desviar la atención de lo que tiene pendiente con la justicia, saltarse las leyes y normas, y hacer creer que lo suyo es un tema de persecución política y no de aplicación de las leyes. Como cualquiera que lo hace. Una manipulación en toda regla que llena de indignación a la mayoría de la ciudadanía por la degradación a la que esta sometiendo al Parlament de Catalunya. Decía Montesquieu que “la ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”, cosa que no parece asumir la la presidenta.

Borrás se olvida cada día que cuando un político- ella es una agitadora profesional con sueldo- asume un cargo público se compromete a cumplir y hacer cumplir las leyes, lo que los convierte en los máximos valedores de la legislación vigente, aunque no estén de acuerdo con ella. El respeto a la ley es la primera obligación de todo político. La segunda es garantizar que la ciudadanía la cumpla también. ¿Lo tienen claro?

Si la gente pensaba que con el nuevo gobierno las cosas se iban a tranquilizar durante un tiempo, ahí está la presidenta del Parlament para no dejar que esto suceda y, otra vez más, ser noticia por mentir, saltarse las leyes, gobernar para una parte de Catalunya y para cargarle a los funcionarios las culpas de su más que nefasta gestión ¿Por qué no se va? Sencillamente porque el cargo le mola, el sueldo no está mal y si se marcha dejará de ser noticia. Esa es la razón.