Aprobada la ley de recuperación de tierra solo con el apoyo del PP y críticas de la oposición por "forestalista"

Incluye una moratoria de eucalipto hasta final de 2025 y fija en 10 años el plazo para que la Xunta se quede con terrenos abandonados

El PPdeG se ha quedado solo en el apoyo a la aprobación de la nueva ley de recuperación de tierra agraria, un texto que ha sido rechazado por el BNG en la Cámara gallega y que ha contado con la abstención del PSdeG.

En esta ley se incluye una disposición transitoria por la que habrá una moratoria de nuevas plantaciones de eucaliptos hasta final de 2025 --estarán permitidas repoblaciones en terrenos con presencia de esta especie--.

Este punto ha provocado las críticas de la oposición, que tachan la ley de "forestalista". Xosé Luís Rivas, Mini (BNG) tilda esta moratoria de "cortina de humo para desviar la atención", dado que ha provocado un "frenesí plantador" de eucalipto antes de que entre en vigor. De hecho, asegura que hasta "se está robando planta por la noche en recientes plantaciones".

Al respecto, Martín Seco (PSdeG) ha criticado la "errática" suspensión de nuevas plantaciones de eucaliptos al provocar "inseguridad". Lamenta una "intervención lamentable" en el mercado de la madera, que supondrá una caída de precios y "potenciar el monocultivo".

Enfrente, Elena Candia (PPdeG) ha valorado esta moratoria como: "Una decisión valiente para protegernos del monocultivo". "Fueron más incentivadores ustedes a las plantaciones que el texto de la ley", ha reprochado a la oposición.

INTERVENCIÓN DEL CONSELLEIRO
El conselleiro de Medio Rural, José González, ha pedido el turno de cierre en el pleno del Parlamento para asegurar que esta es una "ley de todos", de manera que ha agradecido que "salió muy mejorada" tras su trámite parlamentario.

Así, se han incorporado más de 250 enmiendas, entre las que está una del PSdeG para ampliar a 10 años (la propuesta inicial eran cinco años) el plazo para que dueños puedan reclamar terrenos abandonados antes de que vayan a propiedad de la Xunta --pasarán a la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) con potestad para subastar, permutar o constituir derechos reales sobre estos terrenos--. "Nadie se quiere quedar con la tierra de nadie", garantiza.

El conselleiro ha agradecido aportaciones como que la ley atribuya a la Xunta la facultad de investigación de terrenos abandonados, frente a la anterior potestad del Gobierno. "No tenemos más intención que acertar con esta ley", ha dejado claro.

Así, José González ha remarcado que este texto busca ayudar a luchar contra la despoblación, aumentar la superficie agraria útil, hacer el territorio más resistente a los incendios, así como conseguir una Galicia "más sostenible" medioambientalmente. Todo ello para "recuperar" la vida rural con "actividad económica rentable".

Entre los cambios que se han incluido en el trabajo en comisión, también se encuentra la puesta en marcha de mecanismos de control, a través de la constitución de una comisión de seguimiento del cumplimiento de la ley, que tendrá una composición plural y con voces de expertos.

Asimismo, Agader tendrá la obligación de elaborar un plan de acción anual de actuaciones de recuperación agraria, en el que figuren presupuestos, recursos y objetivos de resultado.

Otras de las novedades incluidas en el trabajo parlamentario, tras propuesta socialista, es la creación de espacios agrarios de experimentación, que permitirán la formación de jóvenes y emprendedores para probar su modelo de negocio.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
Durante el debate en el pleno de este martes, Martín Seco (PSdeG) se ha quejado de la "merma de garantías democráticas" que ha supuesto esta ley al ser impulsada por el Grupo Popular, en vez de partir de la Xunta, lo que supone eludir informes en su tramitación.

Aprecia que la ley supone un "giro radical sobre formulaciones del PP hasta ahora", pero echan en falta partidas presupuestarias, así como medios y personal, para su ejecución, al tiempo que se realiza "sin un mínimo estudio de impacto".

En esta línea, Xosé Luís Rivas (BNG) ha dicho "desconfiar" de una ley que "tenía que ser del gobierno y es de un grupo político". Censura que esta norma "entra a saco" en la ley de montes, "suprimiendo y reformando" artículos garantes del uso agrario en pro de la "forestación".

Lamenta que con esta ley "Ence gana en el caos", pues reprueba que supone una "ley forestalista" en la que "se va a movilizar prioritariamente tierra para forestar". Expone que el BNG propuso una enmienda para que entre en vigor una ordenación de masas de eucalipto una vez terminada la moratoria, pero no fue aceptada por el PP.

NUEVOS MECANISMOS PARA MOVILIZAR TIERRAS
Para Elena Candia (PP), esta es una ley "necesaria y valiente", que supone una "página importante en la historia" de Galicia, de forma que "empieza una nueva etapa".

Ha afeado a PSdeG y BNG que no hayan apoyado el texto, a pesar de incluir 279 enmiendas, 137 del PP y el resto de la oposición. En especial, ha reprochado al Bloque que haya pasado de la abstención al dictamen en comisión al voto negativo final en pleno.

Así pues, ha valorado los nuevos mecanismos que se encuentran en el texto como los polígonos agroforestales, las aldeas modelo, incentivos fiscales y el refuerzo del Banco de Terras. Todo ello con el objetivo de "poner a producir tierras abandonadas o infrautilizadas".

Entre las novedades que dispone este texto se encuentran las áreas de cortafuegos, que serán de impulso público. Se crearán zonas de discontinuidades con actividad agrícola, ganadera o forestal en sitios elegidos por criterios técnicos para frenar los incendios.

Asimismo, se crea un Banco de Explotacións, que elaborará un listado actualizado de explotaciones susceptibles de intermediación. En el caso de que titulares, por razón de edad o dificultades, quieran cederlas de forma voluntaria.