Frinsa achaca el brote a una mala manipulación por parte de los afectados, ya que el resto del lote está limpio
Solo una de entre las más de 3.400 latas del lote investigado y retirado del mercado por la alerta alimentaria no es apta para el consumo, según informan desde Frinsa del Noroeste. La conservera asegura que es “imposible” que la lata de atún en aceite de girasol en la que se ha encontrado toxina botulínica se pudiese contaminar durante el proceso de fabricación.
Solo una de entre las más de 3.400 latas del lote investigado y retirado del mercado por la alerta alimentaria no es apta para el consumo, según informan desde Frinsa del Noroeste. La conservera asegura que es “imposible” que la lata de atún en aceite de girasol en la que se ha encontrado toxina botulínica se pudiese contaminar durante el proceso de fabricación.
Este es el tipo de lata de atún que está siendo investigada
Como apuntó Galiciapress en las informaciones publicadas a lo largo de la tarde, desde la compañía investigan la posibilidad de que el producto se contaminase a causa de una mala conservación del producto una vez abierto por parte de los afectados una vez adquirido. "Es imposible que una lata tenga botulismo y la de al lado no, porque el pescado es el mismo", apuntan desde Frinsa.
Del mismo modo, es importante destacar que los cuatro casos confirmados hasta la fecha por un brote surgido a principios del mes de agosto se produjeron por consumir la misma lata en una ensaladilla casera. "Se pudo contaminar (la lata de atún) después debido a que se dejó abierta o se mezcló con lo que sea. Los alimentos se estropean si no se conservan adecuadamente", explica la compañía.
"Si usted lo mezcla en una ensaladilla y luego lo devuelve a la lata ya está contaminado por lo que fuera", adjunta, poniendo el foco sobre el resto de alimentos que acompañaron al atún. "Esta toxina que produce el botulismo es muy raro que se dé en pescado en conserva, es mucho más probable en verduras, hortalizas o en salmueras de pescado en conserva", expone la compañía.
GARANTÍA DE CALIDAD
En la misma línea, Frinsa ha garantizado que se realizan de forma extirca todos los controles de calidad y que la propia Xunta de Galicia “ha acreditado la idoneidad de los procesos productivos en relación con este asunto".
Por ese motivo, desde la compañía con sede en Ribeira no encuentran una explicación que no sea la de una mala conservación por parte de los compradores del producto. “El análisis del resto del lote” que se encontraba perfectamente preservado después de ser retirado del mercado “ha resultado absolutamente satisfactorio”, mientras que la lata objeto de la investigación “fue previamente abierta y manipulada por el consumidor.
"Si el lote está bien, la lata está bien", reafirma la empresa, aprovechando para agradecer la “colaboración absoluta” de las administraciones desde que se detectó el problema. “La lata no estaba contaminada debido a nuestros procesos", sentencia Frinsa.
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