El no ascenso del Dépor deja al equipo en cuadros y las arcas vacías
La permanencia del Deportivo de La Coruña en Segunda División supone una serie de pérdidas para el club herculino, como la bajada presupuestaria y la pérdida de jugadores fundamentales.
La permanencia del Deportivo de La Coruña en Segunda División supone una serie de pérdidas para el club herculino, como la bajada presupuestaria y la pérdida de jugadores fundamentales.
La permanencia en Segunda División acarrea unas consecuencias peligrosas para la estabilidad del club / Foto: RCDeportivo
Vienen tiempos oscuros en Riazor. El objetivo de subir de forma inmediata solo un año después de descender no se ha podido cumplir por tercera vez en lo que va de siglo. La escuadra blanquiazul se enfrenta ahora a un complicado periodo de fichajes en el que debe hacer malabares para cuadrar las cuentas y así reconstruir un equipo que se quedará en cuadros por la salida de algunos jugadores, muchos de ellos parte de la columna vertebral del equipo, mientras sufre las consecuencias económicas que acarrea permanecer otro año en la división de plata. Una bajada en el techo salarial y una cuantía presupuestaría mucho menor son algunos de los efectos del mal año del cuadro gallego, que ahora buscará ascender el año que viene desde una posición mucho más modesta.
ADIOS A LOS PILARES
El primer daño colateral del no ascenso recae sobre la plantilla. Muchos de los jugadores que han sostenido a este Deporivo pondrán rumbo a nuevos retos, bien por su buena campaña; bien por no haber dado el do de pecho en el momento preciso. Los centrales Pablo Marí y Domingos Duarte no continuarán en Riazor, donde fueron fundamentales para pelear por el playoff. Su buena campaña les abre las puertas de Primera División, donde no les han quitado el ojo de encima. En el caso del luso, incluso el Sporting de Portugal podría hacerle hueco entre sus filas, de donde llegó cedido.
Otro que tampoco estará en Segunda el año que viene es Carlos Fernández. El artillero previsiblemente no tendrá sitio en el Sevilla, pero en el cuadro hispalense quieren que siga quemando etapas y lo cederán a un equipo de la élite. El Granada, recién ascendido, ya ha iniciado los primeros contactos para llevárselo. Otro goleador que podría abandonar Galicia es Quique. Aunque el pucelano tiene contrato en vigor, sus 17 dianas lo convierten en objeto de deseo de varios equipos de Primera que quiere reclutarlo. El vallisoletano podría regresar a casa, al Real Valladolid, que ya se mostró predispuesto de repatriar al goleador blanquiazul.
La plantilla del Dépor cambiará por completo este verano / Foto: RCDeportivo
Los que acaban contrato, Saúl, Krohn-Deli, Dubarbier, Vítor Silva e Iñigo López, no seguirán; los cedidos Ortolá, Didier Moreno o Nahuel tampoco. Jugadores como Santos o Vicente, de rendimiento irregular pero con contrato en vigor, pueden salir del equipo si llegan ofertas. Por Pedro Mosquera, Edu Expósito o Borja Valle también se espera que lleguen propuestas, y alguno de ellos podría salir para hacer caja y reducir las fichas, fundamental después de que el techo salarial se vea reducido en cuatro millones menos.
MERCADO Y ENTRENADOR
Para cubrir las bajas, los coruñeses tendrán que rastrear el mercado en busca de cesiones seductoras, jugadores curtidos en segunda y agentes libres que busquen una segunda oportunidad, condicionado todo porque nos encontramos a pocos días de la llegada de julio y el mercado ya va a contrarreloj para el Dépor. Los cedidos como Gerard Valentín, Uzoho, Rolan, Rober Pier o Juanfran son una incógnita, y la mayoría no encajan en un proyecto de segunda.
Otro aspecto que complicará el relevo en la plantilla es el descenso del Fabril. El equipo B perdió la categoría este año a Tercera División, lo que evidencia el bajo nivel de los cachorros deportivistas. La falta de una generación potente puede terminar siendo clave el año que viene, ya que el Dépor no podrá contar con su cantera para cubrir los espacios libres en la plantilla.
Del mismo modo, como se van en el campo, se irán en el banquillo. La continuidad de Pep Martí estaba supeditada al ascenso, y al no cumplirse el objetivo, es muy probable que el balear abandone A Coruña. Ni su estilo gustó al aficionado ni su método caló en la plantilla. Bien es cierto que apenas gozó de margen de maniobra, pero desde la dirección no termina de convencer la imagen dada por el equipo, especialmente después del batacazo sufrido en Son Moix. En el consejo blanquiazul sopesan la posibilidad de ofrecerle una temporada para que pueda demostrar lo que puede hacer con un equipo hecho a su medida, aunque de momento gana peso la opción de un cambio de técnico.
BAJÓN ECONÓMICO
No menos relevante es el terremoto que sufrirán las arcas del club. El Deportivo no podrá contar con el subidón económico que suponen los derechos televisión de Primera División. El presupuesto del club se verá sensiblemente afectado, algo que ya advirtió el nuevo presidente del club, Paco Zas, hace unos días. “Todo el deportivismo tiene que saber que en apenas un mes podemos pasar a un presupuesto estimado de 65 millones a uno de 16”, afirmó Zas.
Ahora los blanquiazules deben preparar con minuciosidad cada movimiento que realicen, ya que además de programar su asalto a Primera con un presupuesto modesto, parte de ese presupuesto debe seguir destinado a reducir la deuda, lo que retrasará todavía más el pago de la misma al contar con menos ingresos.
Sin duda al Dépor le espera un duro peregrinar por el desierto. Las dos últimas veces que se vio en Segunda logró el ascenso a la primera, pero en esta ocasión los aficionados herculinos tendrán que revivir el trauma de la división de plata durante al menos 42 jornadas más. Ahora el club coruñés no puede fijarse una fecha inmediata para su regreso, ya que Segunda es muy puñetera y un objetivo tan ambicioso como el ascenso puede costar años alcanzarlo. El primer paso es buscar un estilo propio, que pasa únicamente por acertar con el futuro técnico, y un bloque sólido, construido por jugadores que sientan el Deportivo y que conozcan la Segunda División. Espera un verano atareado en las oficinas del Dépor. Riazor espera retornar a Primera, y Primera esperará por Riazor el tiempo que haga falta.
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