Dicen que el sentido del humor no hay que perderlo, forma parte de la condición humana, aunque algunos no lo tengan en cuenta. Es preferible una carcajada o una sonrisa amplia que un cabreo diario que culmina en una ulcera de estómago, por ejemplo.
Este martes, el presidente por delegación, Quim Torra, ha convocado a los medios de comunicación para presentarles el balance de su año de desgobierno, que tiene más sombras que luces. Tres han sido los ejes de su política, según sus propias palabras: libertad, cultura y talento, que la ciudadanía puede interpretar de manera libre conociendo la trayectoria de su autor.
Como suele ser propio de Torra, el victimismo, las acusaciones al gobierno de Sánchez de falta de libertades y ausencia de diálogo más las ofensas de siempre que todos conocen, su gobierno ha hecho muchas cosas, algunas de ellas deben estar ocultas. Nada nuevo que invite a la esperanza, de un cambio de estrategia. Torra es de piñón fijo, no está dispuesto a cambiar.
Aprovechando que a lo largo de la jornada, en Madrid, los fiscales exponían sus conclusiones finales del juicio del procés, el presidente de la Generalitat se reunía con la presidenta de la ANC para escenificar las medidas a tomar cuando se conozca la sentencia que pretenden que sean absolutorias para los juzgados, como si todo de lo que se le acusa a los políticos presos no tuviera importancia. Que las leyes solo son aplicables a los demás, ellos son intocables. Paluzie, con la autoridad que se otorga ella misma ha manifestado que "la respuesta a la sentencia debe formar parte de una estrategia para declarar la independencia". La presidenta de la ANC acusa a la Fiscalía de no haberse leído el dictamen del grupo de trabajo de la ONU, como si eso fuera la Biblia en verso. Habría que recordarle que las leyes están para ser respetadas y el no hacerlo tiene consecuencias. No hay ciudadanos de distintas categorías. Cada persona debe asumir la responsabilidad de sus actos.
Mientras, Puigdemont y Comín, a quienes no han dejado acreditarse como parlamentarios europeos, invitados por el todavía eurodiputado Tremosa, entraban en la sede del Parlamento Europeo, para dejarse ver y hacerse la foto en la cafetería y vender la moto de sus contactos con diputados europeos ¿Cuáles? No han querido revelar sus nombres. En realidad, de lo que se trataba era de conocer in situ los dos escaños que no van a ocupar sino vuelan a España a recoger su acta, situación que no será posible ante la posibilidad de ser detenidos.
Para terminar la intensa jornada de martes, Torra anunciaba que el próximo jueves viaja a Bruselas para reunirse con todos los responsables de las "embajadas" en el exterior. No ha explicado el motivo de la reunión, ni tampoco por qué Bruselas ha sido elegida para el encuentro, quizás porque en ella también estará Puigdemont.
"Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero no es capaz de convertirlo en experiencia", definición de Elbert Hubbard.
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