El campeonato que proyectaba varios clubes europeos, pero del que ya solo forman parte de manera decidida el Real Madrid de Florentino Pérez y el Barcelona de Joan Laporta, recibe un espaldarazo de la justicia europea, que considera que tanto la UEFA como la FIFA "violan el derecho unión" al tener que conceder "una autorización previa de las competiciones de fútbol de clubes, como la Superliga".
Dice que esta competición no es incompatible con la Liga.
Parece que el fiasco del anuncio de la Superliga puede traer, al final, mejoras para algunos clubes. La UEFA, consciente que su liderazgo organizativo está cerca de desaparecer, anuncia reformas, también en el formato de competición.
Que el lugar elegido por Florentino para defender el modelo de competición que salvará el fútbol mundial fuese el plató de 'El Chiringuito' deja bastante claro a qué tipo de propuesta nos enfrentamos: un circo anfitaminado, hipertrofiado y en el que el contenido importa poco o nada porque el producto final es un pastiche de Champions y NBA que va directo al gaznate del consumidor tipo, ese que rechaza el esquema de juego de Klopp porque el alemán no da minutos a Shaqiri y el suizo es un cañón en el FIFA 21.