La Justicia alertó ayer a la Xunta que en los últimos tres años hubo por lo menos cinco sentencias condenando al SERGAS por no detectar torsión testicular en hombres que fueron a urgencias. La Administración ya ha prometido revisar los protocolos de detección de una lesión que no es infrecuente en varones jóvenes y que tiene unos síntomas bien definidos, pero que necesitan de una prueba -a menudo solo disponible en hospitales- para confirmarse.
La pequeña se sometió a una operación sin el debido consentimiento informado para que los padres pudiesen "calibrar los riesgos de la operación" ni "valorar diferentes alternativas de tratamiento".