La decisión judicial de inhabilitar a la líder de la extremaderecha francesa ha sacudido el tablero político francés e internacional. Marine Le Pen tendrá que abandonar la política durante cinco años al probarse que financió su partido con dinero público, un hecho delictivo por el que, además, tendrá que ir a prisión.
La política económica de Agrupación Nacional está orientada a repatriar las principales firmas automovilísticas sobre las que el Estado tiene una participación accionarial. En el caso de Stellantis han sido muchos los mensajes, tanto de la ultraderecha como de fuerzas moderadas, las que piden al CEO del grupo, Carlos Tavares, que refuerce su apuesta en el país galo, en detrimento de fábricas como la de Vigo.